Pongamos un ejemplo muy sencillo, en el mundo el costo de la harina y la leche ha aumentado debido a múltiples factores, pero para que los ciudadanos no paguen de sus bolsillos el alza, el gobierno decide fijar un precio máximo.
No conformes con manipular los precios, abre una panadería que se sustenta con los impuestos cuyo fin no es obtener ganancias, si acaso solo recuperar costos, sofocando a la competencia, lo cual corresponde a una visión Keynesiana de le economía donde el gobierno interviene el mercado para “proteger al ciudadano”.
Hay un peligro obvio que resulta de ello, si bien adquirirás pan a un menor precio, las pérdidas las asumirán los privados, lo cual tendrá tres consecuencias a mediano plazo, que las panaderías sobre todo las pequeñas abandonen el negocio o bien ajusten sus ganancias despidiendo personal y a la larga resulte en pan aún más caro por la misma razón: un bien escaso aumenta su precio.
Todo lo anterior sucedió con el precio del gas, a nivel mundial subió por factores imposibles de contener, como la creciente demanda de gas en el invierno en Europa y por la industria debido a la reactivación económica, las medidas contra el calentamiento global etc.
El Gobierno federal implementó dos acciones para enfrentarlo. Primero, la creación de una filial de Pemex para distribuir el producto a precios por debajo del mercado y segundo, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) estableció precios máximos.
La CRE es una dependencia de la Administración Pública Federal centralizada, con carácter de Órgano Regulador Coordinado en Materia Energética, dotada de autonomía técnica, operativa y de gestión; el artículo 42 de la LORCME establece que fomentará entre otras cosas, el desarrollo eficiente de la industria, promoverá la competencia en el sector y protegerá los intereses de los usuarios.
Las medidas realizadas y sus objetivos entran en clara contradicción, que quede claro, no es una defensa de las empresas gaseras las cuales no están exentas de cometer abusos contra del consumidor, pero entonces la CRE debería, determinar las causas de las subida de precios y responder a las denuncias de prácticas oligopólicas.
Desafortunadamente solo se centró en los precios, lo que va a beneficiar a las empresas con monopolios regionales en el país pues éstas tienen la fortaleza económica para resistir el máximo de precios, no así las pequeñas y las medianas empresas las cuales quebrarán, recordemos que la decisión desató un paro de gaseros.
Irónicamente el Presidente Andrés Manuel López Obrador acusó a cinco grandes empresas que distribuyen casi el 50% del gas LP y obtienen elevados márgenes de ganancia.
Mientras tanto, efectivamente los precios máximos vigentes del 21 al 27 de noviembre de 2021 muestran un costo por debajo de los internacionales, en la zona 99 Pachuca de Soto el precio por kg con Iva es de 25.18 y 13.60 por litro. En una conferencia matutina el titular de la Profeco, Ricardo Sheffield Padilla, dijo que la política de precios máximos se mantiene hasta febrero del año que entra.
Por lo que surge la pregunta, si están conscientes de que los factores son ajenos a los privados ¿Por qué continúa con la medida? simple, es popular aunque violatoria a los empresarios, veremos qué efectos a largo plazo se tienen.