En relación con el vuelo del avión (Beechcraft King Air, nos dicen los que saben) que transportó a Ismael "El Mayo" Zambada y a Joaquín Guzmán López a Estados Unidos, resulta difícil de creer que ni las autoridades mexicanas ni las estadounidenses desconocieran dicha operación. En todos los aeropuertos y aeródromos del país, existen autoridades locales y federales responsables de supervisar que las aeronaves que se encuentren en su perímetro estén debidamente autorizadas para operar, cuenten con matrícula vigente (ya sea mexicana o extranjera con permiso de internación), y que sus pilotos tengan licencia en regla.
Nos explican que la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), bajo la jurisdicción de la SICT, antes Secretaría de Comunicaciones y Transportes, es la autoridad federal encargada de regular estas actividades. Aunque la AFAC es un organismo autónomo, está obligada a informar de todos los vuelos a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en cumplimiento con la Ley del Espacio Aéreo. La autoridad local es responsable de la operación del aeródromo y generalmente debe haber presencia de la Guardia Nacional, además de la presencia militar, particularmente en Sinaloa
En vuelos internacionales, debe haber personal de aduana y migración (Hacienda y Gobernación) para autorizar el despegue, conocer el nombre de los pasajeros, revisar sus documentos y su situación migratoria (impidiendo el despegue si algún pasajero carece de visa estadounidense). Antes de cualquier operación, las autoridades deben aprobar los planes de vuelo, verificar que la aeronave esté en condiciones operativas normales (mantenimiento, combustible, entre otras), y otorgar el permiso de despegue. El plan de vuelo debe compartirse con los servicios de tránsito aéreo (Seneam) y, en caso de vuelos a Estados Unidos, con las autoridades de la Federal Aviation Administration y los servicios de navegación de ese país, para obtener la autorización del vuelo.
Antes del despegue, el controlador de torre o de sector de Seneam debe autorizar el vuelo y asistir al piloto en el enlace con los controladores de tránsito aéreo de la ruta. Si el plan de vuelo hubiera omitido el tránsito hacia Estados Unidos y la aeronave cruzara la frontera sin autorización, las autoridades estadounidenses tienen la instrucción de interceptar el avión, solicitar su identificación, ordenarle aterrizar, o incluso derribarlo si no obedece la orden. Es más, nos cuentan que pasó por Colorado, donde está la Base Peterson de la Fuerza Espacial del Comando Norte.
TODOS HABLAN DE YORIO
Por todos lados nos dicen que Gabriel Yorio, actual subsecretario de Hacienda, será nombrado como el próximo Director General de Petróleos Mexicanos (Pemex). Su designación se esperaba esta semana, con el objetivo de abordar varios desafíos clave que enfrenta la empresa estatal. Entre los principales objetivos de su gestión se incluyen mejorar la eficiencia operativa de Pemex, incrementar la producción de hidrocarburos, reducir la deuda acumulada de la empresa y fomentar la transición energética hacia fuentes más limpias.
El nombramiento de Yorio busca enfrentar los problemas financieros de Pemex, particularmente su deuda, que ha sido una preocupación constante tanto para la empresa como para el gobierno. Además, se espera que Yorio, con su experiencia en Hacienda, pueda fortalecer la gestión interna de la compañía, lo cual es crucial en un momento en que la industria energética mexicana enfrenta retos significativos en términos de producción y sostenibilidad.
La posible designación de Yorio ha generado expectativa en el sector energético y entre los trabajadores de Pemex, quienes ven en su nombramiento una oportunidad para estabilizar y fortalecer a la empresa en medio de un entorno global de transición hacia energías más limpias. La comunidad empresarial y los analistas del sector estarán atentos a los primeros movimientos de Yorio una vez que asuma el cargo, considerando la importancia estratégica de Pemex para la economía mexicana.
