/ miércoles 19 de octubre de 2022

Ética Empresarial

Hace unos meses escribí en esta columna sobre la importancia de que las empresas se manejen con un esquema que llamamos “Economía de Mercado con Desarrollo Inclusivo”.

El modelo busca una nueva relación empresarial con todo su entorno, promoviendo acciones enfocadas al desarrollo social y económico, con relaciones con el gobierno para crear mejores políticas públicas, con impulso a entidades para tener una educación de calidad, impulso a un sistema político democrático apegado a estricto derecho, además de impulsar a la sociedad en su conjunto para alcanzar un desarrollo inclusivo.

Un aspecto prioritario y que cada vez es tomado más en cuenta es la llamada Ética Empresarial. Hemos visto en medios sobre actos de corrupción o malas prácticas en donde están involucrados gobernantes y empresarios. La mayoría de las empresas se comportan de manera correcta, pero también es cierto que estos comportamientos deben reforzarse con una serie de valores y principios de actuación como parte integral e indispensable en la empresa.

La ética empresarial debe ser diseñada e implementada desde los niveles superiores de la compañía o negocio, y hasta el último o más reciente empleado, la ética debe ser consensada y enriquecida por todos, es imprescindible que cada uno de los integrantes sean involucrados y sean conocedores de las normativas para que se pongan en práctica y se transmitan en su actuar y en sus tareas y actividades laborales.

La ética empresarial tiene muchos aspectos positivos, por ejemplo: propician un ambiente laboral más sano obteniendo un mejor desempeño, se tiene protocolos claros para evitar acoso sexual y laboral, evita que la empresa produzca o proporcione servicios de mala calidad, evita la difusión de publicidad engañosa hacia el público, orienta a comportarse como una competencia leal, genera compromisos educativos, científicos e incluso con el medio ambiente. Los beneficios pueden ser tan amplios como la escala de valores incorpore buenas prácticas.

La ética empresarial es tan indispensable como la ética personal, la empresa tomará mejores decisiones, mejorando seguramente su propia operación y como tiene un impacto social, también logrará que todos los implicados tengan un crecimiento social. Los trabajadores se vuelven más leales e identificados. Los consumidores también serán más leales, al conocer sobre la ética de una empresa generarán mayor confianza en la calidad de los productos y servicios.

También en las relaciones con las autoridades ya que estas sabrán que es una empresa responsable en todos los ámbitos, así la empresa comienza el combate a la corrupción y malas prácticas, la ética empresarial mejora el entorno con impacto positivo en nuestra sociedad.