/ lunes 22 de julio de 2024

Frutas y verduras lejos de las familias obreras

Los precios de frutas y verduras se mantienen en constante incremento, lo cual ha provocado que las familias obreras disminuyan el consumo de estos productos.

Desafortunadamente un kilo de chayote llega a costar hasta 70 pesos, la las peras 75 pesos y la manzana en 65 pesos, en tanto que el aguacate cuesta hasta 120 pesos por kilo.

Con estos precios es imposible que las familias que viven con un salario mínimo estén en condiciones de tener una alimentación nutritiva.

Es cierto que el salario mínimo ha tenido un incremento sustancial en los últimos tres años, pero a la par de ello, los productos de la canasta básica se han encarecido y alejado de la mesa de los hogares.

Hay quienes argumentan que los productos del campo han incrementado su valor debido a la escasez del agua para riego, además de las presiones de la delincuencia organizada en algunas entidades de la república y, sobre todo, como consecuencia de que la inflación sigue sin freno.

De poco sirve aumentar los salarios de la clase trabajadora, si por el otro lado los medicamentos, el calzado, la ropa y los alimentos cuestan cada vez más caros.

Es fundamental que las autoridades federales, no sólo luchen por mejorar los ingresos de los que menos tienen, sino que también hagan respetar los precios oficiales de los diferentes productos y servicios para evitar la espiral inflacionaria en la que nos encontramos.

¿MEXICANOS DE PACA?

Un ejemplo muy claro de la mala economía familiar que vive un amplio sector de la población de México, es el creciente consumo de ropa de paca, proveniente de los Estados Unidos, país vecino del norte.

En esta época de fin de clases algunas personas acuden a los tianguis a buscar prendas para las fiestas de graduación de sus hijos. Es en esos puestos ambulantes que cotidianamente ofrecen este tipo de prendas donde millones de mexicanos resuelven su necesidad de vestir.

El estado de Hidalgo no escapa a este fenómeno, toda vez que el poder adquisitivo no permite a todos acudir a tiendas establecidas a pagar altos precios.

Por ello es que entre broma y broma algunos dicen que son “Mexicanos de paca”, comentan que suena mejor que “Mexicanos de segunda”, además de que muchas veces la calidad de la ropa es mejor, comparada con la que se fabrica en la entidad o el país.

LA COMIDA CHATARRA TAMPOCO ES BARATA

Por otro lado, hay que destacar que la comida chatarra tampoco es barata, ya que un pan cuesta hasta 20 pesos, cuando en la panadería rondan los 12 pesos.

Los refrescos y las frituras no cantan mal las rancheras, sin embargo para muchas personas son una solución momentánea para tener algo en el estómago y para otras representa satisfacer el antojo.

Pero estos alimentos no contribuyen a una buena nutrición de la sociedad y a la larga provocan serias enfermedades como la diabetes, que se convierten en una carga presupuestal costosa en materia de salud para los gobiernos.