456 niños españoles salieron de su patria y llegaron a México. Corría el año 1937. Sus padres habían decidido ponerlos a salvo de la guerra civil en España. Amalia Solórzano, esposa del presidente Lázaro Cárdenas, creó un "Comité de ayuda a los niños del pueblo español" y fue así como estas niñas y niños salieron de España embarcados en el buque Mexique, que llegó al puerto de Veracruz en junio de 1937 y de ahí trasladados a la ciudad de Morelia, Michoacán, donde se les instaló en un internado y una escuela. El gesto fue muy noble, pero la historia es muy dura. Muchos de estos niños no regresaron nunca más a su tierra natal, la mayoría no volvió a ver a sus familias. Los niños de Morelia. Niños refugiados a los que Lázaro Cárdenas aprobó que llegasen y se quedaran en México. Eran niñas y niños de 5 a 12 años de edad. Es verdad, la bienvenida fue efusiva, pero al poco tiempo la vida se tornó en una experiencia hostil para los niños expatriados. La escuela de Morelia no llegó a ser un lugar amable. De ahí que muchos de ellos tuvieran que escapar de ella. Otros se dedicaron a aprender en los talleres un oficio y poder en su momento desarrollarse en algún trabajo. El gobierno mexicano destinó recursos para alimentar y educar a estos niños, tristemente; estos recursos no siempre llegaban completos. Los niños que escaparon se fueron a buscar a algún familiar en la colonia española, y otros llegaron a la capital del país. Varios de los Niños de Morelia deambulaban por barrios en la capital, donde eran acusados de vagancia y llevados al tribunal. Concluido el mandato del general Lázaro Cárdenas, asumió la presidencia en 1940 Manuel Ávila Camacho y “recortó” el presupuesto para los menores. También los republicanos que llegaron a México dos años después que los niños y contando con recursos económicos al servicio del propio exilio, fueron omisos con estos niños hasta 1943, cuando crearon casas hogar para ellos en la Ciudad de México. En general, las seis casas hogar fueron un grato paréntesis. Este terminó en 1948 cuando se declararon agotados los fondos del gobierno republicano español y los Niños de Morelia fueron puestos en la calle. Ciertamente, muchos de ellos ya tenían una edad en la que podían sobrevivir solos, pero los llegados con apenas 3 o 4 años tenían entonces solo 14 o 15. Lo asombroso es que después de las difíciles condiciones a que se vieron sometidos los Niños de Morelia, prácticamente todos ellos se convirtieron en inmejorables ciudadanos y madres y padres de familia.
456 niños españoles salieron de su patria y llegaron a México. Corría el año 1937. Sus padres habían decidido ponerlos a salvo de la guerra civil en España. Amalia Solórzano, esposa del presidente Lázaro Cárdenas, creó un "Comité de ayuda a los niños del pueblo español" y fue así como estas niñas y niños salieron de España embarcados en el buque Mexique, que llegó al puerto de Veracruz en junio de 1937 y de ahí trasladados a la ciudad de Morelia, Michoacán, donde se les instaló en un internado y una escuela. El gesto fue muy noble, pero la historia es muy dura. Muchos de estos niños no regresaron nunca más a su tierra natal, la mayoría no volvió a ver a sus familias. Los niños de Morelia. Niños refugiados a los que Lázaro Cárdenas aprobó que llegasen y se quedaran en México. Eran niñas y niños de 5 a 12 años de edad. Es verdad, la bienvenida fue efusiva, pero al poco tiempo la vida se tornó en una experiencia hostil para los niños expatriados. La escuela de Morelia no llegó a ser un lugar amable. De ahí que muchos de ellos tuvieran que escapar de ella. Otros se dedicaron a aprender en los talleres un oficio y poder en su momento desarrollarse en algún trabajo. El gobierno mexicano destinó recursos para alimentar y educar a estos niños, tristemente; estos recursos no siempre llegaban completos. Los niños que escaparon se fueron a buscar a algún familiar en la colonia española, y otros llegaron a la capital del país. Varios de los Niños de Morelia deambulaban por barrios en la capital, donde eran acusados de vagancia y llevados al tribunal. Concluido el mandato del general Lázaro Cárdenas, asumió la presidencia en 1940 Manuel Ávila Camacho y “recortó” el presupuesto para los menores. También los republicanos que llegaron a México dos años después que los niños y contando con recursos económicos al servicio del propio exilio, fueron omisos con estos niños hasta 1943, cuando crearon casas hogar para ellos en la Ciudad de México. En general, las seis casas hogar fueron un grato paréntesis. Este terminó en 1948 cuando se declararon agotados los fondos del gobierno republicano español y los Niños de Morelia fueron puestos en la calle. Ciertamente, muchos de ellos ya tenían una edad en la que podían sobrevivir solos, pero los llegados con apenas 3 o 4 años tenían entonces solo 14 o 15. Lo asombroso es que después de las difíciles condiciones a que se vieron sometidos los Niños de Morelia, prácticamente todos ellos se convirtieron en inmejorables ciudadanos y madres y padres de familia.