VEO, ESCUCHO, PIENSO Y PROPONGO
Veo los números indicando el aumento de contagios y muertes durante estas cuantas semanas.
Veo el aumento de gente en la calle sin observar las normas de higiene recomendadas.
Y veo sin disciplina a ciertas autoridades motivando en el subconsciente a la desobediencia y motivando al desprecio de las normas emitidas por el bien de todos.
Escucho decir a los padres de familia: “No hay más, hay que salir a trabajar para comer”, y arriesgan sin prevenir.
Escucho quejas y más quejas con diversos temas y razones por cerrar caminos de salida a la crisis y no aclarar no decir por dónde sí podemos salir y llegan a decir: no es cierto, y por lo tanto no observan las normas de higiene necesarias para combatir este virus.
Y escucho la inconformidad por los resultados expresados y por las normas dadas a conocer, pero sin convencer.
Pienso que es mejor convencer que imponer; para convencer necesitamos más talento, más tiempo y más paciencia, pero es mejor imponer, es muy fácil pero siempre causa disgusto y por lo tanto malestar.
Pienso en la necesidad real de apostarle a la disciplina tomando en cuenta la realidad hasta ahora conocida: poca disciplina e invertir talento personal, constancia y paciencia
Y pienso en la prevención y la disciplina como claves para estar preparados y poner resistencia a otra contingencia.
Propongo más disciplina en el hogar: limpieza, diálogo, aseo personal y observancia de las normas sanitarias que las autoridades han dado.
Propongo buscar la diversión observando la sana distancia y buscar no contagiar ni contagiarnos.
Y propongo más disciplina en el trabajo, pues así puede ser la vida durante varios meses y no podemos dejar de trabajar. Recuerden: prevención y disciplina.