A inicios de septiembre el presidente de México, a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), presentó ante la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión el Paquete Económico 2022 para su discusión y posterior aprobación. Se integra por cuatro componentes: los Criterios Generales de Política Económica, la Iniciativa de Ley de Ingresos, el Proyecto de Presupuesto de Egresos y la Miscelánea Fiscal.
La ley de Ingresos es un ordenamiento jurídico que contiene los conceptos bajo los cuales se podrán captar los recursos financieros que permitan cubrir los gastos de la federación durante un ejercicio fiscal.
De acuerdo con el Escenario económico que nos espera en 2022 se estima un crecimiento del PIB de 4.1%., una Inflación de 3.4%., un tipo de cambio promedio de $20.3 pesos por dólar, tasa de interés promedio de 5% y un dato muy importante el precio promedio de 55.1 dólares por barril.
El gobierno gasta dinero en seguridad social, educación, salud, infraestructura, salario de burócratas etc. El próximo año el gasto no programable será de $1,840,953.9 millones de pesos, es decir, el 26% y el Gasto Neto Programable es del orden de: $5,247,296.4 millones de pesos, el 74%.
Para solventar todos estos gatos el Gobierno pronostica un aumento en los ingresos de 8.9%, en términos reales con respecto a la Ley de Ingresos 2021.
La Iniciativa de Ley tiene contemplados ingresos por 7.1 billones, las principales fuentes de ingresos son: organismos y empresas productivas del estado (901.1 mmdp), ingresos petroleros (1,087.1 mmdp), ingresos tributarios (3,944.5 mmdp) e ingresos no tributarios (240 mmdp). El 20 de octubre la Cámara de diputados analizará la ley de ingresos y el 30 la de Senadores.
Es necesario puntualizar que de acuerdo a la iniciativa se incrementarán las obligaciones para que las instituciones financieras proporcionen información mensual, en lugar de anual, de los depósitos en efectivo de más de 15 mil pesos que reciban los cuentahabientes.
Tal parece que el único sistema eficiente en el país es el SAT pues ha cumplido sus objetivos, por ejemplo, este año obtuvo 247.7 mil millones de pesos adicionales de “recaudación secundaria” durante el primer semestre del año. De los cuales 188.3 mil millones de pesos fueron por actos de fiscalización y 59.4 mil millones se lograron por eficiencia y cobranza.
Ante esta realidad se debe admitir la inutilidad de los programas para combatir la pobreza, las carencias educativas y de salud que fueron evidentes, ¿Cómo exigir la eficiencia de cada peso administrado por el Gobierno?
La clase media ya no soporta mas carga tributaria, no sólo en México, en todo el mundo se han sumado millones de pobres, la única salida es la inversión y aumentar la productividad, por lo que dependemos también de la capacidad de los empresarios de enfrentar los retos que se avecinan.