/ jueves 16 de mayo de 2024

Y a los ciudadanos, ¿para qué nos sirven las encuestas?

En cada proceso electoral escuchamos, leemos y vemos encuestas por montón que nos dicen que tal o cual candidato tiene tantos puntos, y, en consecuencia, va en tal lugar, como si se tratara de una carrera de resistencia para lograr una meta, y es que, las poco ortodoxas estrategias de marketing político dictan que las candidaturas se convierten en un producto que hay que vender al costo necesario para que los electores lo consuman, es decir, votar por él, cuando menos en las encuestas.

Si bien, este mecanismo estadístico sirve para tomar decisiones en los equipos de las y los candidatos, también es cierto que dichos equipos deben tener el conocimiento y la preparación suficiente para interpretar los datos de manera correcta, pero sobre todo, saber identificar cuando estos mecanismos cuentan con una metodología apropiada que se apegue a la muestra representativa que se dice haber estudiado.

Las y los ciudadanos debemos saber que las encuestas no son mas que una “fotografía” de un momento preciso en la línea del tiempo de los procesos electorales, es decir, identifican el sentimiento de una muestra representativa del total poblacional de una zona o región; esto claro, hablando de las encuestas que tienen que ver con los procesos electorales, y es que, existen encuestas con metodologías extraordinariamente buenas que miden diferentes datos, como el ingreso por persona, también llamado per cápita, el grado de estudio, la edad, el ingreso total de los hogares, el acceso a servicios públicos, la percepción sobre la seguridad, la educación, los gobiernos, el gasto gubernamental, la productividad de las y los servidores públicos, etcétera.

Seguramente nos va a resultar bastante conocido este tema, pues cualquier persona con acceso a internet, puede iniciar una “encuesta” y muy probablemente nosotros hasta hemos sido participes de estos ejercicios nada metodológicos, reaccionado en las redes sociales a diestra y siniestra para apoyar a tal o cual candidatura que sea de nuestro agrado; y como tal no tendría porque tener mayor importancia, el asunto comienza, cuando esa “página” interpreta esos datos nombrando ganador como si fuera la jornada electoral y tuviera la primicia de la noticia que esa candidatura ha vencido; y entonces pareciera que estos ejercicios suplen a lo único que hace ganar las candidaturas: La participación en las urnas de nosotros los ciudadanos votando por quien consideramos debe administrar el gobierno.

Luego entonces, estos datos vacíos de cualquier resquicio académico se convierten en desinformación, y eso a las y los ciudadanos no nos sirve para nada; y es que viene, el negocio detrás de todo esto: “El que paga la encuesta, gana”.

Les invito a mantenernos informados sobre las diversas opciones políticas que se nos presentan, pero aún mas importante identificar la desinformación que lo único que genera es ignorancia y abstencionismo en las urnas; por lo tanto, es necesario mantener una ciudadanía activa que incida en las decisiones de lo público, crítica e informada para comenzar a retomar nuestra responsabilidad de la construcción de la sociedad que queremos, por lo que te invito a conocer nuestro trabajo en www.observatoriohidalgo.org y en hola@observatoriohidalgo.org o en WhatsApp en el 771-480-9894.


En cada proceso electoral escuchamos, leemos y vemos encuestas por montón que nos dicen que tal o cual candidato tiene tantos puntos, y, en consecuencia, va en tal lugar, como si se tratara de una carrera de resistencia para lograr una meta, y es que, las poco ortodoxas estrategias de marketing político dictan que las candidaturas se convierten en un producto que hay que vender al costo necesario para que los electores lo consuman, es decir, votar por él, cuando menos en las encuestas.

Si bien, este mecanismo estadístico sirve para tomar decisiones en los equipos de las y los candidatos, también es cierto que dichos equipos deben tener el conocimiento y la preparación suficiente para interpretar los datos de manera correcta, pero sobre todo, saber identificar cuando estos mecanismos cuentan con una metodología apropiada que se apegue a la muestra representativa que se dice haber estudiado.

Las y los ciudadanos debemos saber que las encuestas no son mas que una “fotografía” de un momento preciso en la línea del tiempo de los procesos electorales, es decir, identifican el sentimiento de una muestra representativa del total poblacional de una zona o región; esto claro, hablando de las encuestas que tienen que ver con los procesos electorales, y es que, existen encuestas con metodologías extraordinariamente buenas que miden diferentes datos, como el ingreso por persona, también llamado per cápita, el grado de estudio, la edad, el ingreso total de los hogares, el acceso a servicios públicos, la percepción sobre la seguridad, la educación, los gobiernos, el gasto gubernamental, la productividad de las y los servidores públicos, etcétera.

Seguramente nos va a resultar bastante conocido este tema, pues cualquier persona con acceso a internet, puede iniciar una “encuesta” y muy probablemente nosotros hasta hemos sido participes de estos ejercicios nada metodológicos, reaccionado en las redes sociales a diestra y siniestra para apoyar a tal o cual candidatura que sea de nuestro agrado; y como tal no tendría porque tener mayor importancia, el asunto comienza, cuando esa “página” interpreta esos datos nombrando ganador como si fuera la jornada electoral y tuviera la primicia de la noticia que esa candidatura ha vencido; y entonces pareciera que estos ejercicios suplen a lo único que hace ganar las candidaturas: La participación en las urnas de nosotros los ciudadanos votando por quien consideramos debe administrar el gobierno.

Luego entonces, estos datos vacíos de cualquier resquicio académico se convierten en desinformación, y eso a las y los ciudadanos no nos sirve para nada; y es que viene, el negocio detrás de todo esto: “El que paga la encuesta, gana”.

Les invito a mantenernos informados sobre las diversas opciones políticas que se nos presentan, pero aún mas importante identificar la desinformación que lo único que genera es ignorancia y abstencionismo en las urnas; por lo tanto, es necesario mantener una ciudadanía activa que incida en las decisiones de lo público, crítica e informada para comenzar a retomar nuestra responsabilidad de la construcción de la sociedad que queremos, por lo que te invito a conocer nuestro trabajo en www.observatoriohidalgo.org y en hola@observatoriohidalgo.org o en WhatsApp en el 771-480-9894.