Hace 23 años, Diana Frances Spencer, más conocida como Lady Di, princesa de Gales, murió en un accidente automovilístico el domingo 31 de agosto de 1997. Así es como la recordamos.
Era una mujer muy bella no sólo por su físico, sino también por su carisma. El 1 de julio pasado hubiera cumplido 59 años de edad y curiosamente ese mismo día se celebró el 50 aniversario de la coronación como príncipe de Gales de su exmarido, el príncipe Carlos.
Nacida el 1 de julio de 1961 en Norfolk, fue la tercera hija del conde de Spencer y Frances Shand kydd. Dio la vuelta al mundo esta gran princesa desde que se supo que una joven, de 19 años, era la prometida del futuro rey de entonces 32 años.
Su boda transmitida para todo el mundo el 29 de julio de 1981, ya hace 39 años, fue vista por 750 millones de personas. Parecía un perfecto cuento de hadas.
Esta joven permanece en nuestras mentes como una mujer que se rebeló a la idea de sólo tener hijos y estar sentada y callada. Gracias a ella la monarquía británica no fue la única que se reformó, sino también todas las demás casas reales.
Según dicen, a su muerte la reina Isabel II dijo: “total, al fin tenemos de ella dos herederos”.
Diana cometió errores y aciertos. Fue la primera princesa que no se quedó callada cuando su marido llevaba una doble vida con Camilla, duquesa de Cornualles.
Era mujer que, a pesar de haber sido una sencilla niñera, supo ganarse corazones y el respeto de mucha gente. Su popularidad se debía a ese carisma: besó a enfermos de SIDA, era solidaria, humana, muy diferente a la reina.
Se habla de que Diana se casó enamorada, pero ella ya sabía de Camilla y tanto ella como Carlos trataron de cancelar esa boda dos días antes.
Una boda que fue un error, aunque el producto de esa relación fue el nacimiento de dos herederos: Guillermo y Harry.
Lady Di era el miembro de la realeza más cercana al pueblo y más querida que, incluso, la reina madre.
Carlos logró su objetivo y lleva casado desde hace 15 años con Camilla.
Diana, entre sus romances, tuvo a Peter Manakee, quien murió en un “accidente”; James Hewitt a quienes los ingleses apodan como “la rata mayor”, debido a que traicionó a Diana cuando escribió el libro Princesa enamorada.
Hasnat Khan, médico paquistaní, a quien quiso mucho y no quiso casarse con ella. Y, por supuesto, Dodi Al Fayed, con quien murió.
Diana trató en una campaña que se prohibiera el uso de las minas antipersonales, error porque se metió en un negocio del gobierno británico y de las agencias Mi5 y Mi6, ya que éstos venden armas para las guerras, además que la fallecida princesa “sabía demasiado”. La obligaron a divorciarse, cosa que ella nunca quiso, por la experiencia traumática que vivió, de niña, con la separación de sus padres.
Diana también concedió una entrevista al programa Panorama de la BBC donde afirmó que en su matrimonio “éramos tres”.
Y también consintió y apoyó a Andrew Morton, un gran escritor, para que hiciera una "bomba": su biografía, donde afirma que debió haber nacido varón. Un betseller que todavía resuena en los oídos de la reina y su familia.
La recordamos a 59 años de su natalicio, a 39 años de esa boda real y a 23 años de haber fallecido. Todo un icono de la moda, una mujer bella por fuera y por dentro y una mujer que cambió el futuro de las casas reales.
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