El 20 de marzo de 2020 México se detuvo. A partir de aquel día miles, millones de empresas y comercios pararon su actividad ante un panorama que parecía sombrío por el estallido de la pandemia del Covid-19. Sin embargo, ni los más pesimistas podían haber anticipado los más de dos años de oscuridad absoluta que azotaron al mundo entero.
No es un secreto que uno de los sectores más afectados fue el del espectáculo en general, y el del teatro muy especialmente. Por ello, es que estos últimos meses, que se han comenzado a reactivar los escenarios, renacen las esperanzas de una vuelta a la normalidad, o al menos a una nueva normalidad, como se le ha llamado.
Ávidos de presentar lo que la pandemia les obligó a postergar, los teatristas inundaron las salas de propuestas. Todas aplaudibles por el valor de hacerlo, y algunas merecedoras de doble ovación, por los altos niveles de calidad alcanzados.
He aquí algunos de esos maravillosos montajes:
Junio en el 93. Multipremiada, pero sobre todo multiovacionada por un público que la ha disfrutado por todo el país. Luis Mario Moncada y Martín Acosta son la dupla que dio vida a este proyecto que cobró vida con el trabajo de cuatro brillantes actores: Miguel Tercero, Mel Fuentes, Baruch Valdés y Medín Villatoro.
Junio en el 93 es un homenaje doble: primero a la figura del actor Alejandro Reyes, cuyas memorias son la base montaje, y segundo al teatro, pues gracias a esta excelente puesta en escena, nos podemos adentrar en ese universo.
Siete veces adiós. Hace poco mas de tres lustros en el musical Hoy no me puedo levantar “nació” una generación de brillantes artistas. Y digo “nació” porque ahí les tocó empezar a cosechar lo sembrado por años. Ahora, algunos de ellos se volvieron a reunir y el resultado es este exitazo en taquilla.
Alan Estrada, Fernanda Castillo, Janette Chao, Vince Miranda, son los pilares de este musical que con un formato muy singular ha cautivado especialmente a las nuevas generaciones de amantes de este género.
Calle amor y La leyenda de Robin Hood. Montajes con egresados y alumnos de la Escuela Nacional de Arte Teatral, ambos son un ejemplo de la buena preparación de estos estudiantes, y de la muy atinada decisión de “sacar” de la escuela estas puestas en escena y dejar que el público las goce.
Tebas land. Sergio Blanco, el dramaturgo francouruguayo se ha puesto de moda en México. Y que bueno, pues sus textos son formidables. Vimos antes La ira de Narciso, luego Andrómaca, y ahora Tebas land, otro ejemplo de lo que él llama autoficción: un teatro en el que el creador/autor/director habla de sí mismo y a veces encarna su historia en escena.
Mauricio García Lozano, como director y actor, y Manuel Cruz Vivas, triunfaron en grande en Tebas Land.
MejorTeatro, con Morris Gilbert a la cabeza, hizo honor a su lugar como la compañía productora más prolífica y versátil de nuestro país, con cuatro estrenos, todos son una maravilla en su categoría: Los guajolotes salvajes, inteligente y ácida comedia en la que los personajes de Chejov cobran renovados bríos en situaciones de nuestro tiempo. Margarita Gralia, Roberto Blandón y Raquel Garza encabezan el elenco.
En tanto Jacqueline Andere mostró, y muestra aún, lo gran actriz que es en la entrañable comedia 100 metros cuadrados o El inconveniente, acompañada por Ana Karina Guevara.
Aunque suene a lugar común ambas dan cátedra de actuación en cada función; y ese mismo ambiente es el que se vive en Dos locas de remate, con las participaciones de Susana Zavaleta y Gabriela de la Garza
Y para cerrar el año, Mejorteatro, en colaboración con Cirque Música y OCESA puso en escena Querida, el homenaje circense con música de Juan Gabriel.
Otro musical producido por OCESA que ha triunfado todo el año es Aladdín, que con un montaje espectacular, divertido y conmovedor cautiva a todo el mundo.
Una más de las puestas en escena favoritas del público este año fue Indecente. Escrito por Paula Vogel, este montaje recrea la historia verdadera de la controvertida obra de Sholem Asch El Dios de la venganza, y de los artistas que contra todo y contra todos la llevaron a escena en Europa y Estaos Unidos.
Dirigidas por Cristian Magaloni, encabezaron el brillante elenco Majo Prez y Ana Guzmán Quintero.
Dos montajes estupendos: Jauría y Abismo, fueron golpes directos a la consciencia, al abordar temas terribles pero necesarios como la pederastia digital y la violencia de género.
Otro gran acontecimiento de este año fue la residencia de la compañía Los Colochos en el teatro El galeón, para celebrar 12 años de su fundación y la década de vida de su emblemático montaje: Mendoza, basada en Macbeth de Shakespeare, que se convirtió en un fenómeno multielogiado y premiado en una veintena de festivales en México y otros países.
En esa temporada presentaron Nacahue: Ramón y Hortensia, a partir de Romeo y Julieta; Silencio, su versión de Otelo; y Reina, una reinterpretación de El rey Lear. Todas dirigidas por Juan Carrillo, quien anticipa que están preparando una versión de Tito Andrónico, con lo que cerrarían la pentalogía que se plantearon.
Para cerrar este resumen anual diré que tuve el privilegio de asistir por vez primera a la Muestra nacional de teatro. ¡Qué experiencia! Gracias a Daniel Miranda, coordinador nacional de teatro y a todo su equipo.
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Torreón fue la sede de esta edición número 42, que me permitió comprobar de primera mano el gran trabajo y enorme talento teatral que existe en nuestro país. He aquí, al menos los títulos de algunos de esos brillantes trabajos:
Siempre estoy. ¿Se puede extrañar a alguien que no conoces? Colectivo Ramas y raíces (Aguascalientes); Campo corto, El círculo-teatro (Yucatán); Celsa, compañía En el surco (Coahuila); 6 lenguas 6 mundos, compañía Ars-Vita Títeres (Hidalgo); y Cheran o la democracia según cinco indias rijosas, compañía de la Universidad veracruzana.
Extraordinaria oferta teatral en 2022; ojalá en el 2023 el público escuche el llamado de los teatristas. Les aseguro que nadie resultará decepcionado.
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