GUADALAJARA. Han pasado 10 años desde que el escritor Carlos Fuentes dejó de caminar sobre la tierra, pero el universo de sus obras no parece haber envejecido ni un poco. Todo lo contrario éste sigue vigente y en constante expansión a través de sus lectores. Así quedó demostrado en el primero de los dos homenajes que se rendirań al ensayista y narrador en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2022.
Efraín Kristal, Alberto Manguel, Cristina Rivera Garza, Jorge Volpi y Consuelo Saízar, revisaron algunas de las obras más importantes del emblemático escritor mexicano.
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Así, respondiendo a una pauta cronológica, el evento comenzó con la participación de Consuelo Saízar, quien tras evocar el expectante momento en que Carlos Fuentes publicó su primera novela, La región más transparente (1958), destacó la imperiosa necesidad de estudiar el modo en que se creó a Carlos Fuentes de forma editorial.
“Hasta antes de Carlos Fuentes ni el talento ni la decisión eran suficientes para vivir de la escritura. [...] Él inauguró la figura del escritor profesional en México, aquel que podía vivir de las regalías de sus libros”, señaló.
Por su parte, Alberto Manguel, a partir del acercamiento a la novela Aura, explicó el sentido amoroso y erótico, que se debate entre la realidad y la ficción.
“La figura que encarna el amor a lo largo de toda la obra de Fuentes es Silvia Lemus. Él toma esa experiencia privada y la transforma mil veces en su obra. Quizás Aura, no sea este homenaje a Silvia, pero es una reflexión profunda del deseo erótico, la crónica veraz de la pasión amorosa y lo inesperado”, dijo el autor argentino.
Jorge Volpi, tras afirmar que la obra de Fuentes es “una tradición en sí misma” por su complejidad, dedicó su participación a un agudo análisis de la que considera su obra más ambiciosa Terra Nostra, en la que, según él, el homenajeado expresó su poética, uniendo todos los tiempos, así como los planos de lo terrenal y lo divino.
“Fuentes no pretendía escribir una novela, sino todas las novelas. No es casual que encontremos en sus páginas a todos los protagonistas de la tradición literaria hispánica”, aseguró Volpi.
Mientras, Cristina Rivera Garza, dirigió su análisis al libro de ensayos de Fuentes publicado originalmente en inglés Myself With Others, el cual fue bien recibido en Estados Unidos, pero generó polémica en el mundo literario de México, principalmente por un artículo de Enrique Krauze, que denostó la autenticidad de la vida y la obra de Fuentes, mismo que hace pensar hoy qué es una lengua materna y qué un lengua madrastra.
Esta obra, para Cristina Rivera Garza, marca a Fuentes como uno de los paradigmas y antecesores de los escritores que en la actualidad escriben desde México y Estados Unidos, tanto en inglés como en español.
Por último, Efraín Kristal, se refirió el libro de cuentos La frontera de cristal, en el que Fuentes reflexiona sobre cómo la relación entre Estados Unidos y México está marcada por la cicatriz, volviéndose en un pionero de la “literatura de la frontera” que reconoce el enriquecimiento de ambas naciones por la gente que la habita y la cruza.
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“La solución para los problemas fronterizos no es para Fuentes la petrificación de las diferencias culturales entre México y Estados Unidos, sino, más bien el reconocimiento de que se está formando una nueva cultura”, concluyó el académico.