Aurora Ramírez Bacilio, ganadora de Artes y tradiciones populares “Francisco Luna Tavera” 2018, es una fiel promotora de los textiles otomíes, en la región de Valle del Mezquital.

Nació en 1932 y desde la adolescencia ha logrado recabar más de 100 figuras que representan el contexto cultural del Valle del Mezquital, guarda celosamente, representa más de 80 años de ardua labor como artesana.

Los dibujos, en la tela, representan y sintetizan la cosmovisión del pueblo hñahñu. También es una reconocida cocinera y conserva, práctica y difunde la lengua mediante las canciones El Mosquito, El Perro Pastor, La Flor de San Juan, La Comadrita, entre otros.

Originaria de El Arbolado, en Tasquillo, cursó hasta segundo año de primaria, misma que realizó en la sacristía de la iglesia, donde aprendió a leer y escribir. Concluyó su educación primaria en el Instituto Nacional de Educación para Adultos (INEA).

A los 10 años de edad realizó su primera pieza artesanal, consistente en un morralito, vendiéndolo en siete centavos. Se casó con a los 22 años con José Martínez Basilio a los 22, procreando siete hijos.

Recordó que, a través, del Patrimonio Indígena del Valle del Mezquital se implementó la enseñanza del manejo del telar de cintura en sus modalidades de madejón, empedrado y telar simple, la que proporcionaba el taller era su suegra, de la cual, posteriormente, se especializó.

La también reconocida cocinera, vendía sus piezas en la calle, también fuera del balneario Tzindejhé, pues no le permitan el acceso.

Hoy es una especialista en la rama del telar de cintura y estuvo en el catálogo de artesanos de Hidalgo, con motivo del Bicentenario de la Independencia 1810-2010. En 2012 coordinó un taller de telar de cintura con la participación de 23 personas.