¿Quién fue Jesús Mora Luna, reconocido pintor hidalguense? Conoce su legado

Los problemas sociales que vive el país y el mundo son pretexto para una reflexión, que queda plasmada por el maestro Mora

Armando Lorenzo / El Sol de Hidalgo

  · martes 9 de julio de 2024

Jesús Mora Luna dejó un gran legado cultural para Hidalgo / Archivo El Sol de Tulancingo

Jesús Mora Luna, reconocido pintor y promotor cultural falleció a la edad de 74 años, el domingo 7 de julio. Dejó un legado para Hidalgo, principalmente para el municipio de Tulancingo, donde radicó en sus últimos años de vida.

Una de sus obras, un mural sobre la historia de Tulancingo, se halla dentro del edificio de presidencia municipal, a un lado de la Sala de la asamblea.

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¿Quién fue Jesús Mora Luna?

Jesús Mora Luna nació el 5 de enero de 1950 en Mineral del Monte, Hidalgo. De 1954 a 1991 vivió en Ciudad Sahagún, Tepeapulco, pero en sus últimos días se radicó en Tulancingo.

Se inició en la pintura como pasatiempo en 1966 y entre 1972 y 1982 realizó diversas exposiciones en Ciudad Sahagún.

Fue hasta 1983 cuando se dedicó profesionalmente a las artes plásticas, tomando como tema principal el paisaje mexicano; desde entonces realizó más de 60 exposiciones en Hidalgo y otros lugares del interior de la República.

Además, fundó el Centro de Desarrollo de Ciudad Sahagún, institución que dirigió de 1972 a 1982.

Palabras dedicadas a Jesús Mora del poeta hidalguense Miguel Ángel Monroy

Nace el día 5 de enero de 1950 pintor realmontense, sahagunense, tulancinguense, en fin hidalguense; desde el Altiplano urga entre los llanos, las lomas, los surcos y la tepetatera, arrancando el amarillo fresco de los nabos, hijos del agua ansiada de temporal, entre tus dedos los mirasoles sueñan el magenta espiritual, entre lascas de obsidiana que espejean por los caminos y los rumbos, amasando los ocres y los verdes azulosos que se integran a los horizontes sin discrepancias, de velaturas cromáticas que encierran códices de tiempos, dibuja con ternura y profundidad la nobleza de nuestra raza que desvisten sus fibras naturales su diversidad y sus exquisitos bordados, hasta los guajolotes señorean en el bastidor de las tradiciones que se vuelven documento testimonio de un lugar y un momento, del tamiz de lo aprendido afloran los secretos de las palomas que vuelan hasta los oídos sordos con discursos sin remedios, la verdad y la fuerza no están en la balanza y las presas son trampas para justificar historias y desiguales conveniencias pero da más, y en el alquímico universo hay hilos y formas de un alto nivel del perfume de los colores y el juego de creación que intenta la solidez de una propuesta, en una abstracción desmenuzada para armar un rompecabezas buscando nuevas existencias.

Los problemas sociales que vive el país y el mundo son pretexto para una reflexión, que queda plasmada por el maestro Mora dejando una constancia de lo que no nos gusta y que nos invita a un cambio por amor a la vida y por una paz permanente.

Descanse en paz Jesús Mora Luna.