Ana Adoniz Chávez Durán, árbitro profesional de básquetbol, originaria del municipio de Cuautepec de Hinojosa, debutó en la Liga Nacional de Baloncesto Profesional Femenil (LNBPF) en abril del 2022, y este año buscará ser contemplada para la tercera temporada, además de que quiere expandirse a la liga varonil y los juegos Panamericanos de Maxibaloncesto, en abril próximo.
En entrevista para el Sol de Tulancingo, recordó que tuvo que pasar por varios campamentos de selección que hace la LNBPF para ser tomada en cuanta como silbante en la liga.
“Llevo dos temporadas, este año espero pasar nuevamente el campamento de selección para estar en la tercera temporada”. Refirió que también hay posibilidad de ser considerada para una liga varonil profesional del norte.
“Todo se dio de cierta forma fácil, entre comillas porque hubo mucho esfuerzo previo y con muchos nervios. La verdad no pensaba quedar, yo quería ver cómo era el proceso, que la coordinadora me conociera, que viera el potencial porque me siento con la capacidad, y al quedar no me lo pude creer”.
Resaltó también que uno de sus planes para este 2024 es estar en los Juegos Panamericanos de Maxibaloncesto 2024, que se realizarán en Yucatán en abril de este mismo año.
“Estamos en constantemente en preparación y contacto con Alejandra Gaytán, la coordinadora de arbitraje en la LNBPF, con ella estudiamos, estamos en capacitaciones, y en mi caso voy al gimnasio y entreno en la cancha de El Hoyo. Es todo un conjunto de actividades para seguir en preparación, en forma y no perder el ritmo; porque la temporada dura más o menos tres a cuatro meses, después se viene la varonil, y es uno de mis objetivos a mediano plazo incursionar en la liga varonil”, declaró.
Recordó que su incursión en el arbitraje se debió a que, al iniciar una liga de básquetbol en Cuautepec, donde los equipos tenían sede en canchas de sus colonias y comunidades como El Hoyo, El Paredón (Puebla), La Cañada, Tecocomulco, entre otras, a los árbitros de Tulancingo no les redituaba el ir hasta esa zona a arbitrar, debido a la lejanía, por lo que su mamá le dio el empujón para arbitrar en esa liga que recién iniciaba.
Dijo que fue en la secundaria cuando aprendió un poco de arbitraje, señales, reglamento, gracias a las clínicas que impartía el profesor Esteban Illescas.
“Nosotros nos atrevimos a arbitrar la primer temporada de la liga, yo me empecé a acercar a compañeros de Tulancingo, y el arbitraje me ayudó a culminar mis estudios de la universidad; fue un gran apoyo para mí, solo era los fines de semana y me redituaba”, subrayó.
“Le agradezco mucho al arbitraje, es una profesión muy linda, redituable la mayoría de veces, aunque hay ocasiones que uno termina poniendo más de lo que gana pero nos gusta”, concluyó.