Deja a un lado los carritos de juguete para ver a su progenitor practicar junto a otros demás compañeros.
No sabe lo que es el judo, ni que Nabor Castillo ha participado hasta en unos Juegos Olímpicos, pero lo sigue a través de sus pequeños ojos, callado, esperando a que termine su faena en el gimnasio para que continúe a jugar con él.
El judoka Nabor Castillo va saliendo de una lesión en su mano, pero no ha dejado de ser el primer lugar Nacional y es parte del equipo que hará gira, buscando el boleto para los Juegos Panamericanos y puntaje para los Olímpicos de Tokio 2020.
“Iniciamos con una gira en Sudamérica por Perú, Argentina y Chile, nos vamos el próximo jueves y son torneos puntuables para Juegos Olímpicos”, dice Nabor.
El hidalguense sabe de la responsabilidad que es estar entre los mejores. Por ello ha preparado su programa con más horas de trabajo. La gira será extensa, pero de gran fogueo internacional.
“Después será el Panamericano, igual en Perú, y la Copa Panamericana en Panamá, donde se cierra la clasificación para Lima 2019. Así que he intensificado el entrenamiento para llevar un buen ritmo a la gira”.
El pequeño Isaías tiene su espacio en el gimnasio. Juega sin saber que durante un tiempo no verá a su papá, porque hay otros torneos como Grand Prix en Canadá, el Mundial en Japón, y más encuentros que darán puntos a Tokio.
“Sí, es un año muy activo, pero a la vez importante. Afortunadamente me encuentro bien, ya que he realizado una gran preparación. Sigo entrenando en mi estado, en Hidalgo, donde se me han brindado todas las oportunidades. Y sin duda que la mejor motivación es mi esposa, mi hijo y toda la familia”.
Este será el tercer ciclo olímpico de Nabor Castillo.
“Sé que será el mejor ciclo olímpico porque estoy tranquilo, concentrado y sin duda que más motivado para lograr los objetivos”.
Así transcurren las horas en el gimnasio, hasta que le dicen al pequeño que recoja sus carritos porque es el momento de regresar a casa.