Por segundo año consecutivo, los charros de Tulancingo y la región festejaron su día de manera distinta, sin fiesta, sin misa, ni reunión; debido al cierre de espacios por la pandemia derivada del covid-19; sin embargo, fue nuevamente mediante las redes sociales que se felicitaron mutuamente y también por parte de la sociedad en general.
A decir de quienes ejercen y promueven este deporte nacional, la charrería es un estilo de vida, un deporte donde los hombres se divierten como niños y los niños sueñan como grandes.
Raúl Arteaga Ríos, promotor del deporte nacional en la región, manifestó que este es un deporte noble y de tradición, y que con seguridad, quien se adentra en él, no lo deja jamás.
Además, aseguró que la afición de la charrería, es el alma de este deporte, por lo que la felicitación también debería llegar hasta ellos.
Recordó que en los municipios de Tulancingo, Cuautepec y Santiago Tulantepec se ha afianzado un enorme gusto y pasión por la charrería, gracias a las familias que se han apegado a esta tradición y han continuado con ella; además de la llegada a la región de charros profesionales que aportaron sus enseñanzas y conocimientos a los jóvenes que ahora se desempeñan en las suertes de este deporte.
En Tulancingo, las familias Briones, Tello, Rodríguez, Olvera, García; en Cuautepec los Castelán, López, Arteaga, Salas; en Santiago las familias Ávila, Hernández, García, Pérez y demás que faltaron por nombrar, han dado identidad a esta región con gran arraigo en la charrería.