Casi cinco años tuvieron que pasar para que la Vicente Segura viviera un indulto a un toro, pues José Mauricio perdonó a un astado ayer (domingo), en la corrida con causa celebrada en el coso de Juan C. Doria.
El capitalino fue retado por Jolgorio, quien salió bravío y quebró varias tablas del callejón, pero el matador se encargó de apaciguar las ansias y dar paso a los tercios.
En las banderillas, el toro fue bondadoso y se prestó a completar el tercio sin contratiempos. Para la faena, Mauricio y el estado continuaron con un trabajo en conjunto en el que los pases mantuvieron la armonía y animaron al respetable, que soportó los chubascos de la Bella Airosa.
Previo a la estocada, el público quedó con grato sabor de boca, y solicitaron dar vida a Jolgorio, quien jugaba con Mauricio, al tiempo que el juez se levantó para instruir al matador, quién después de unas fintas, llevó al toro a los corrales, ante una ovación de pie.
Previo a la victoria de Mauricio, Fauro Aloí fue el que más se acercó al triunfo, pues con un toro pacífico ofreció una buena apertura para el festejo, aunado al gran actuar de los forcados, a los que les bastó un par de intentos para detener al acompañante en el coso.
Quien no tuvo una buena tarde fue Pablo Samperio, pues en su retiro, las estocadas fueron las que le evitaron de mejor suerte ante la autoridad. Luego de una faena prolongada, con gayolas incluidas, la espada no quiso entrar, y luego de cinco intentos, hasta que el astado desistió de seguir, ante un abucheo generalizado.
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El Cejas tuvo fortuna similar, ya que a pesar de dos primeros tercios aceptables, la estocada dejó qué desear y provocó avisos por parte del juez.