El 2013 fue el último año de competencias en alto rendimiento, para uno de los mejores exponentes de la extinta escuela de lucha olímpica de Tulancingo, Misael Soto Escorcia.
Actualmente, Soto Escorcia tiene nueve años como entrenador en esta disciplina, y además es docente en la Universidad Politécnica de Tulancingo (UPT); secretario de la asociación de lucha olímpica del estado de Hidalgo, así como y entrenador de jiu jitsu brasileño de la academia “Renzo Gracie” Tulancingo.
“Empecé a entrenar en el 2007, en ese momento inicié con mi ciclo competitivo; mi última competencia fue en mayo de 2013, fueron seis años aproximadamente como deportista de alto rendimiento, en los cuales siempre fui parte de la selección estatal y pude ser parte de la selección nacional en dos años”, recordó en entrevista.
Fue en 2009 y 2010 cuando estuvo en su pleno auge, donde participó en un evento Centroamericano y ganó medalla de plata, así como en un campeonato Panamericano, donde obtuvo medalla de bronce.
“Ese Panamericano, por los puntos que llevábamos rankeados, me permitió como una eliminatoria para Juegos Olímpicos en los cuales ya no pude participar en el 2010, que eran los primeros Juegos Olímpicos de la Juventud”, recordó.
Tuvo también la oportunidad de eliminarse para esos primeros Juegos Olímpicos de la Juventud, para Singapur, China, en 2010; sin embargo, no pudo participar debido a algunos problemas administrativos, “de papeleo”; ya que no cumplió con unos requisitos que tenía que entregar en tiempo y forma, incluso para un campamento en Colorado, en Estados Unidos de Norteamérica.
“Como no pude presentarme a tiempo la plaza se trasladó y se le pasó a otro atleta de México, pero México siguió participando en tiempo y forma, pero desafortunadamente yo no pude cumplir en tiempo y en regla con los papeles entre cosas como la visa y otras que tenía que entregar, me ganó el tiempo y ya no pude presentarme”, recordó.
Soto Escorcia ha practicado muchas disciplinas desde niño; empezó con karate, después brincó al taekwondo, más tarde a la lucha olímpica donde se quedó por muchos años y destacó a nivel nacional e internacional; actualmente, por cuestiones de tiempo, practica el jiu jitsu, “es un deporte de grappling, muy apegado al judo, a la lucha, incursionó hace ya seis años y es el que me ha mantenido actualmente vigente”.
También sigue entrenando la lucha olímpica y participando con los jóvenes talentos, y este 26 de mayo viajarán a Jalisco a los Juegos Nacionales Conade, con 14 alumnos que clasificaron a la fase nacional.
Y del 2015 a la actualidad inició su labor como entrenador, así como apoyo administrativo de la asociación de lucha olímpica del estado, e involucrándose en los entrenamientos, viajes, entre otros.
De atleta a entrenador
“Las dificultades siempre son las mismas al ser un atleta; la falta de apoyo, sobre todo el económico, ya que es complicado para los papás el mantener situaciones como la dieta, revisiones, chequeo, costear viajes, hospedajes, competencias. Para que un atleta pueda estar en selección nacional, debe eliminarse entre tres y cuatro veces al año, hay veces que tocan en ciudades cercanas, pero en otros se tiene que viajar muy lejos”, refirió respecto a las situaciones que se viven como atleta.
“No todos los eventos son costeados por el Instituto (Inhide) y esos son pagados por padres de familia que a veces es complicado, no siempre los atletas tienen la ventaja de participar por una beca, y aun cuando participan por ella, pues muchas veces la ocupan para su alimentación o algunos gastos de su formación profesional, porque no solamente buscamos el desarrollo atlético, sino el desarrollo profesional de cada chico”.
Como entrenador, dijo que su principal función es mantener a los jóvenes enamorados del deporte, “porque muchas veces ellos se preparan, entrenan, pero cuando ven que no hay apoyo, cuando no hay nada extra, muchas veces se desmotivan, entonces tu papel como entrenador es mantenerlos enamorados del deporte, que ellos logren ese desarrollo y ese cariño, ese enamoramiento por su disciplina, para que aún ante las adversidades, ellos se sigan sintiendo motivados y se presenten para entrenar”
Reconoció que, actualmente, ya se ha hecho más conciencia y los padres se involucran más, a diferencia de hace algunos años, cuando los padres pensaban que los niños se enfocaran a hacer alguna actividad y punto, pero afortunadamente, los papás se involucran cada vez más y se interesan en el desarrollo de los niños.
“El deporte ha avanzado y lo que se ha buscado es ese desarrollo integral de los chicos, que antes de ser buenos deportistas, sean buenas personas. Entonces todas las academias de manera general y equipos deportivos deben de buscar ese desarrollo integral de los chicos, ese apartado en el cual ellos deben ser buenas personas para poder respetar a su contrario, a su docente, a su tatami, su colchón de lucha, su uniforme”.
“Si respetas al profesor, respetas la casa; si respetas tu colchón, respetas tu salón de clases; si respetas a tus compañeros de entrenamiento, respetas a tus compañeros y familia”.
La extinta escuela de lucha olímpica
A principios de este año se anunció que no iba más la escuela de lucha olímpica en Tulancingo, luego de más de 20 años de historia; esto, debido a la falta de apoyo por parte del Instituto Hidalguense del Deporte hacia el entonces entrenador, Francisco Pérez Fals.
Al respecto, Misael Soto señaló que “entre falta de apoyo y situaciones personales, creo que todos buscamos crecer, entonces si el profesor encontró otro espacio, otro apoyo donde se pudiera desarrollar, tampoco es malo, yo creo que todos aspiramos a algo más, es parte también de lo que les fomentamos a los chicos”.
“Si el profesor pudo encontrar otro espacio donde puede desarrollar algo que ama, con un mejor apoyo, pues creo que tampoco se le puede juzgar, a lo mejor doy mi opinión desde un punto de vista afectivo… Son 20 años de servicio en los cuales hubo un apoyo limitado y de pronto hay mejores oportunidades, yo creo que todos buscamos aspirar a algo más”, subrayó.
Lo que viene
Finalmente, Soto Escorcia señaló que a corto plazo los objetivos son encarar primero los Juegos Conade en su fase nacional y lograr buenos resultados para sus alumnos.
“El simple hecho de presentarse y clasificarse ya son buenos resultados para ellos, hay veces que se aprende más de perder que de ganar, pero estamos buscando que los alumnos tengan una buena experiencia, llevamos nuevos talentos, que desde su primer año ya lograron esa clasificación, entonces sea un resultado favorable o no tanto, queremos que la experiencia sea irrepetible para ellos”.
A largo plazo, dijo que le gustaría reinstaurar la lucha olímpica, pero mediante un equipo multidisciplinario, ya que actualmente están en auge las artes marciales mixtas.
“Gran parte de los campeones actuales de promotoras internacionales tienen su base de lucha, yo tengo la base de lucha, de ser atleta de alto rendimiento, de estar como entrenador y tengo otros fundamentos como el grappling, como el jiu jitsu; entonces estoy en busca de un equipo multidisciplinario, donde claro que haya lucha y que se busquen los eventos participativos y escalar más, dales otras opciones a los chicos de deporte, donde ellos puedan desarrollarse como atletas”, concluyó.
“Misael Soto Escorcia fue un atleta que empezó en la lucha ya tarde, con 15 años de edad, pero siempre fue un talento para este deporte, aprendía muy rápido… Fue campeón nacional muchas veces, ganó varias olimpiadas nacionales, fue subcampeón Centroamericano escolar en Puebla; fue al Panamericano preolímpico en el 2010 en Monterrey, clasificatorio para los primeros Juegos Olímpicos de la Juventud; uno de los dos únicos mexicanos clasificados”, refirió sobre él, su ex entrenador Francisco Pérez Fals.