TEPEAPULCO, Hgo.- Heriberto Hernández Mejía, se convirtió hace cuatro décadas, en uno de los pioneros de las artes marciales en el estado, su pasión por el Tae kwon do, lo llevó a convertirse en el primer cinta negra del municipio de Tulancingo, de donde es oriundo, pero el destino lo llevó a Ciudad Sahagún, donde actualmente radica y donde comenzó hace cuarenta años, la historia del Moo Duk Kwan en el municipio.
El actualmente cuarto dan, narró a El Sol de Hidalgo, que se enamoró de esta disciplina hace casi cincuenta años, cuando en una revista vio una serie de fotografías en las que taekwandoines mostraban diversas patadas.
Lo primero que tuvo a su alcance fue el karate; sin embargo, dijo, no disfrutó este arte marcial, por lo que alrededor de los 18 años, cuando trabajaba en la Zona Industrial de Ciudad Sahagún, un compañero de trabajo, llevó a un grupo de Moo Duk Kwan de la Ciudad de México, quienes ofrecieron una exhibición que se llevó a cabo en la empresa Renault.
Ahí, en 1969, el entonces alumno de origen estadounidense, del profesor Dai-won Moon, precursor del Tae Kwan Do en México, Travis Lee, realizó una presentación en la que rompió cerca de cuarenta tablas, por lo que su deseo por formar parte de esta disciplina creció y entonces solo por practicar este deporte, comenzó a viajar a su ciudad natal tres veces por semana, pues ya radicaba en Ciudad Sahagún.
Fue así que, en 1971, en las instalaciones del Centro de Seguridad del Instituto Mexicano del Seguro Social, se inició como instructor de esta disciplina, la cual no ha dejado hasta nuestros días.
Su empeño y dedicación lo llevaron, en esa época, a ser llamado, aún sin ser cinta negra, a una concentración de artes marciales en el Comité Olímpico, donde los profesores Dai-woon Moon y Richard Bustillo, quien fuera exalumno de Bruce Lee, ofrecieron diversas instrucciones, tras las que luego de un acercamiento con él, le permitió abrir una escuela, en Ciudad Sahagún, pues ya existía una en Pachuca y otra en Tulancingo.
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Obtenido el permiso, inició así la historia del Tae Kwan Do en Tepeapulco, la cual se extendió desde hace 21 años, a la paraescolar de este arte marcial en el Colegio de Bachilleres del Estado de Hidalgo, de donde también es maestro.
Aseguró que a través de sus hijos y también nietos, espera que la historia del Tae Kwan Do, persista en el municipio, y se dijo agradecido porque aseguró ha dejado huella en los cientos de alumnos, muchos de los cuales son ahora profesionales de renombre.