El jaripeo es un espectáculo de debe ser acercado a los niños, con la intención de que conozcan y sean ellos quienes continúen con esta tradición tal y como se hace con la charrería.
Así lo declaró en entrevista el promotor con más de 30 años de experiencia, Raúl Arteaga Ríos, ante el anuncio del regreso de este tipo de eventos a la región, luego de nueve meses, este sábado en Cuautepec.
“La temática de este año de trabajo para nosotros, es enfocarnos mucho en los niños, porque los niños de antes ahora son los aficionados al jaripeo, y necesitamos volver a sembrar esa semilla en los niños para que el día de mañana, ellos continúen con esta labor. Solo así podemos ir renaciendo y reforzando nuestras tradiciones”, señaló.
Aseguró que esta es una tradición mexicana, que se debe inculcar e impulsar como la música de mariachi, el ballet folclórico, la música popular mexicana, la charrería, ya que es nuestra la cultura de nuestro país.
“En el jaripeo trabajamos con payasos, son grandes personas, comediantes y ángeles de la arena, que tienen distintas formas de trabajar; algunos como “Chamoy”, se acompañan de su hijo de ocho años de edad, con diversión sana y blanca para la convivencia de la gente”.
“La charrería y el jaripeo son una herencia, una tradición en generaciones de familias; el jaripeo es pasión, cada vez que te adentras encuentras muchas cosas, como la vida del jinete, y como desde chicos hacían montas de borregos, caballos y les nace el gusto por la charrería, por las montas hasta que lo hacen su modo de vida”.
Finalmente, dijo que la adrenalina tiene un sentido en el jaripeo, se nota en el rostro del jinete y en el trabajo del ganadero, quien hace su trabajo con presentar los mejores toros, porque el objetivo del ganadero es hacer que los jinetes caigan, y de ahí sale una rivalidad sana.
También hay una necesidad de trabajar y dar fuentes de empleo, directamente e indirectamente como transporte público, hospedaje, alimentación, músicos, entre otros.
En el jaripeo de este sábado en el lienzo charro Froilán Cervantes, de Cuautepec, se presenta la ganadería del Rancho La Esperanza, de Mixquiahuala; quienes enfrentan a los jinetes de los Indestructibles, encabezados por Claudio Reséndiz, el “avión” de Querétaro; una selección de jinetes que se han presentado en las mejores plazas del país.