Con poca esperanza de un triunfo, pues el rival es complicado, la gente se comienza a dar cita en la plaza Juárez, donde se ubicará, por segundo encuentro de la selección mexicana consecutivo, una pantalla gigante.
Desde las 12 horas se podía ver a gente esperando la colocación de las sillas para disfrutar un compromiso que se antoja como un clásico, debido a la rivalidad entre ambos equipos.
Sin embargo, la gente, vestida con playeras de la selección, o de sus equipos favoritos, no tenía gran esperanza de que México lograra la victoria.
"Es un equipo difícil Argentina, y vienen heridos después de perder contra Arabia Saudita, entonces van a estar bravos. A ver si México logra hacer la diferencia.
"No siempre se desea un triunfo, pero ahora ojalá que haya por lo menos un empate, ese sería un buen resultado ", dijeron algunos de los presentes en el centro de la ciudad.
Mientras tanto, también ya se podía ver a los vendedores deambular por la plaza. "Ya estuvimos desde temprano con el evento religioso, pero ahora voy al Reloj y regresó para el juego", dijo alguno que comercia cócteles de fruta.
Mientras tanto, entre los miembros de la Policía Estatal tampoco había fe en el seleccionado mexicano, pues detallaron que siempre hay mala suerte cuando está la camiseta celeste y blanca enfrente.
Un vendedor de helados que estaba en la zona detalló que la culpa es de los directivos, pues el poco gol del equipo de Martino se debe a que hay demasiados extranjeros en la Liga.
"Ahorita sufrimos, pero estamos viendo las consecuencias de tener tanta gente de fuera. No hay centros delanteros y tenemos que andar naturalizando gente. Pero si hubiera tres extranjeros nada más, estoy seguro que no tendríamos problemas", concluyó.