Ante la pandemia, como la mayoría de las actividades deportivas, el softbol fue una de las disciplinas que prácticamente terminó por dejar de practicarse en el municipio de Tulancingo, luego del cierre de la escuela municipal de softbol y béisbol a cargo de Fernando Cortés.
Sin embargo, peloteras y peloteros de este municipio lamentaron que este sea uno de los deportes que menos difusión y apoyo tienen por parte de las autoridades, pese a que su práctica tiene grandes beneficios, sobre todo para los niños.
Incluso, quienes practican el béisbol, reconocen que quienes han jugado softbol, tienen un mejor desempeño en el llamado rey de los deportes, ya que en el softbol se requiere de mayor habilidad y rapidez.
En Tulancingo, este deporte es practicado sobre todo por mujeres y niños, de ahí el señalamiento de la falta de difusión para retomar este deporte y hacerlo crecer en el municipio.
Guerreras Tulancingo es uno de los equipos que tuvieron que emigrar a ligas en el municipio de Pachuca, y a la comunidad de Irolo, en el municipio de Tepeapulco. En estos municipios, cambiaron sus nombres a Águilas de Irolo y Diablas, en Pachuca.
Dolores Cortés, una de las integrantes de este equipo femenil, reconoció que hace falta una liga local y una escuela municipal para fomentar este deporte; por lo que confío en que las autoridades puedan considerarlo y ponerlo en práctica lo antes posible.