Fray Tormenta convivió con aficionados

Asistió a la inauguración de un espacio para la práctica de lucha libre, con su característico sentido del humor

Catalina Martínez

  · lunes 9 de marzo de 2020

Todo un personaje, Fray Tormenta, vino a apoyar a sus camaradas/ Catalina Martínez

“Es necesario levantar fuerza en Tulancingo en la lucha libre, donde me llamen mis paisanos ahí estaré, sobre todo cuando se trata de abrir una escuela dirigida principalmente a niños y jóvenes”, expresó Fray Tormenta durante su primera visita a esta tierra, donde fungió como invitado de honor y padrino del nuevo espacio deportivo ubicado en el Estadio Primero de Mayo.

Con voz suave y un rostro que transmite paz, vistiendo una playera azul rey, pantalón café y cinturón piteado, a su llegada estrechó las manos de los gladiadores, a quienes les habló del orgullo de ser hidalguense: “Todos saben que nací en Cieneguillas, municipio de San Agustín Metzquititlán.

Pertenezco al Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL) y en lo que les pueda apoyar con todo gusto”.

En entrevista para El Sol de Tulancingo, con la humildad que lo caracteriza, habló de la lucha libre y el sacerdocio, no se contrapusieron en su vida, sino todo lo contrario: “Hay un Dios que sabe para dónde va uno.

Soy de la época de El Santo y Blue Demon, eso me motivó a luchar por el dinero”, sonríe abiertamente y declara: “Ven que tengo la Casa Hogar, y pensé que metiéndome de luchador iba a ganar millones de dólares como Cassius Clay, con que gane un millón de dólares cada año, lucho dos años y rehago la Ciudad de los Niños, me retiro y me dedico a los chamacos y mi sacerdocio. ¡Ajá! aún lo sigo esperando”.

Fueron 43 años los que Fray Tormenta estuvo activo, su ídolo de los encordados dice, es Fray Tormenta, definitivamente, “porque me hizo sacar tres médicos de la Casa Hogar, 16 maestros, un contador público auditor, un privado, 20 técnicos en computación, nueve abogados, un sacerdote que está en Pachuca, más Místico, el Elegido, Rostro Infernal, como 20 luchadores más”.

Suspirando, menciona que no se siente diferente al ser inspiración de películas, ya que se considera un sacerdote humilde y sencillo. “Vengo de una familia muy pobre.

Estoy considerado como una de las leyendas más grande que ha tenido el país en la lucha libre, pero no me considero así. He visto las películas de esta disciplina como la de El Señor Tormenta, la francesa, El Hombre de la Máscara de Oro, Nacho Libre, unas sí y otras no, además estoy esperando la que se filmó con Místico hace un año, no sabemos qué nombre tendrá”.

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