En la oscuridad, pero a la vista de todos. En la penumbra, pero con muchos mirando el cómo buscan motivar el grito de gol, es como se desarrolla el Futbol 5 para ciegos.
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La disciplina que comenzó su auge a partir de 1995, y que tuvo en un argentino al creador de su reglamento, tiene en Hidalgo a uno de los estados del país.
Los partidos son disputados entre dos equipos de cuatro jugadores con discapacidad visual y un portero sin ella, cada uno, el campo de fútbol está desprovisto de líneas laterales y fondo, para que el balón no salga.
El campo se divide en tercio defensivo, tercio medio y tercio ofensivo, mientras que el esférico es un balón de fútbol sala adaptado con elementos sonoros en su interior, además de que el público debe permanecer en silencio salvo para celebrar un gol.
Tras la portería, un llamador o guía quién suele ser también el entrenador y el que lleva a cabo la formación de jugadores da indicaciones en el tercio ofensivo.
La mayoría de categorías de fútbol adaptado se disputan de forma reciente, pero los que entran dentro de la categoría de paralímpicos sí tienen un pasado considerable a sus espaldas.
Los encuentros se juegan en un rectángulo que en las competencias internacionales debe tener 40 metros de largo por 20 metros de ancho, medidas que se encuentran dentro de los máximos y mínimos establecidos por la FIFA para el futsal.
Las características de la cancha tienen leves modificaciones respecto del reglamento de la FIFA para el futsal: El punto desde el que se patea el segundo penal es de 8 metros, dos metros más corto que el establecido por la FIFA.
El arco es igual, tiene tres metros de largo, al igual que en el futsal-FIFA. Los dos laterales tiene vallas de entre 1 metro y 1,20 metros de altura, para evitar que la pelota salga del terreno de juego.
El campo de juego está dividido por dos líneas longitudinales punteadas, que marcan los tres tercios de la cancha: el tercio defensivo, el tercio medio y el tercio ofensivo. El fin de las mismas es permitir la orientación de los jugadores, cambiando la persona que en cada tercio da las indicaciones y señales.
Cada arquero tiene una pequeña área marcada de dos metros hacia el interior del campo de juego, de la que no puede salir. Detrás de cada arco hay otra área marcada, en la que debe permanecer el guía o llamador del equipo que avanza hacia ese arco.
Los equipos
El arquero, el entrenador y el guía ubicado detrás de la valla rival, tienen la función de orientar a los jugadores. El jugador defensivo que intenta quitarle la pelota al jugador que la tiene en su poder, debe avisar gritando "voy" o "go" en inglés.
La entidad ya cuenta con un equipo en esta modalidad desde hace seis años y medio, es el caso de los Tuzos de Plata, escuadra que es parte del organigrama del Club Pachuca.
En un principio, fue una iniciativa privada; sin embargo, desde hace poco más de dos años se incorporó a la estructura del equipo blanquiazul.
Su entrenador, Armando Zamora Carmona, detalló que el equipo ha retomado poco a poco la forma física, y que ha notado un aumento en su nivel competitivo, a partir de hace unos meses, cuando acudieron a Morelos a disputar un torneo amistoso.
El conjunto ha participado en dos liga nacionales de la modalidad, y será el próximo 19 de octubre, cuando disputen las jornadas 3 y 4 de la justa, en San Luis Potosí.
Sin embargo, el logro más reciente del equipo, fue en los pasados Juegos Paranacionales Conade, en los que la entidad se quedó con la medalla de plata, luego de caer 2-0 en contra de Ciudad de México.
Al respecto, el preparador detalló que el equipo cuenta con varios baluartes, entre ellos, el seleccionado juvenil, Saúl Pineda, quien consiguió una medalla de plata en el Panamericano de Cali, el año pasado.
Señaló que uno de los talentos naturales de su futbolista es poder detenerse antes de golpearse con los muros o contra un rival, acción que es poco común entre los practicantes, pues en esta modalidad aumenta un 50 por ciento la probabilidad de un golpe, en comparación con el convencional.
El propio jugador menciona que es su ecolocalización, similar al de animales como murciélagos, delfines o ballenas, en el que utilizan el rebote de las ondas contra una superficie, para percibir la aproximación a ella.
“Quedé ciego en su totalidad desde los 8 meses, entonces es algo que está en mi desde que tengo razón. He mejorado mucho con el tiempo y me sirve mucho en la cancha”, dijo el futbolista de 22 años.
Por otro lado, invitó a todas las organizaciones que trabajan con personas con ceguera o debilidad visual a que se acerquen, pues es una medida para lograr mayores relaciones interpersonales.
“Yo fui invitado, y al principio lo aborrecía, pero con el paso del tiempo le fui tomando cariño. Ahora me encanta y me gustaría que las demás personas que están en una situación similar nos acompañen, para que vivan esta experiencia”, cerró.
