Cruz Azul simplemente no deja de ganar y sigue de racha. El equipo cementero logró una exhibición a la ofensiva con más de 20 remates, borró por completo a Tigres del estadio Ciudad de los Deportes y aunque la victoria fue conseguida gracias a un autogol de Diego Reyes, La Máquina volvió a pitar, enamora a su afición con su estilo de juego, le quitó el invicto a los felinos y de paso llegó al liderato momentáneo del Clausura 2024. 1-0 final.
El equipo celeste no tardó casi nada en tomar el balón y mostró su propuesta ofensiva, a pesar de volver a su antiguo sistema con sólo un delantero de inicio. La Máquina asfixió e incomodó a su rival con primeras oportunidades de peligro y una presión alta que ha acostumbrado en sus juegos de local con el director técnico Martín Anselmi.
El equipo felino, obligado quizá por el sistema de su rival, tuvo que esperar en su campo y buscar algún contragolpe, pero simplemente fue borrado del Coloso de la colonia Nochebuena y tardó en descifrar a los cementeros. Aunque lo intentó nunca pudo romper el ritmo celeste. Varias veces lo hizo con interrupciones en el tiempo, pero tampoco fue determinante para lograrlo.
Fueron un total de seis remates en los primeros 15 minutos y con diversas variantes. Con remates por derecha, izquierda, por el centro, de cabeza y con tiros de media distancia. Uriel Antuna, Ángel Sepúlveda, Rodrigo Huescas y Carlos Rotondi lo ntpero el balón no quiso entrar por ningún lado. Y no es que el Patón Guzmán fuera figura, simplemente el tino celeste no estuvo certero.
Cruz Azul fue más que Tigres, pero no pudo reflejarlo en el marcador para su mala fortuna. Los universitarios poco a poco se repusieron del agobio, pero fue más porque los celestes no lograron sostener la presión por todo el primer tiempo. Eso fue imposible, por esa razón nada se movió.
La inercia celeste al ataque no cambió en el complemento. La iniciativa siguió con los de casa por completo. Si el conjunto cementero no se adelantó fue de auténtico milagro, porque el portero felino estuvo atento a los constantes embates y también por las diversas fallas que tuvieron sus atacantes. El Brujo Antuna pudo inaugurarlo todo, pero su disparo lo atajó Guzmán. El Cuate Sepúlveda tuvo un par de opciones, pero ambas las mandó por fuera de la cabaña auriazul.
El partido merecía al menos un festejo. Y así sucedió en una jugada con el sello de Anselmi. Piovi lanzó un largo trazo, Antuna recibió y centró por derecha. En el área no hubo rematador, pero Diego Reyes la mandó al fondo. ¡Autogol!
Cruz Azul está enrachado, no deja de ganar y ha tomado el liderato del torneo. Ahora depende de Rayados si lo deja en manos de los cementeros o se lo arrebata.
Publicado en ESTO