El Tottenham castigó con severidad la apatía del Real Madrid, al que derrotó 3-1 para asegurar su pase a octavos de final de la Champions League, y de paso agigantar la crisis del actual campeón de Europa.
Ni si quiera su primera visita a un escenario mítico como el estadio de Wembley logró despertar de su letargo al Real Madrid, que saltó al césped con la misma pasividad e ineficacia que demostró hace cuatro días, cuando cayó ante el recién ascendido Girona, en la Liga española.
El regreso de Dele Alli, después de haberse perdido las tres primeras jornadas de la Champions League, por sanción, motivó a un magníficamente bien trabajado Tottenham, que durante los 90 minutos tuvo totalmente a su merced al 12 veces campeón de Europa.
La batalla a brazo partido que se esperaba entre Cristiano Ronaldo y Harry Kane tuvo un protagonista inesperado. Fue, precisamente Alli, quien debutó esta temporada en la Champions League, con un doblete y una actuación maravillosa.
Los Spurs se aprovecharon de la endeblez física y mental de los Merengues, quienes sólo aguantaron 26 minutos en su primera visita a Wembley.
Las recurrentes faltas de concentración del Real Madrid las castigó Dele Alli, después de que Kieran Trippier, en fuera de juego, le ganó la espalda a Marcelo y mandó el balón al área chica, donde el volante sólo tuvo que empujarlo al fondo de la portería, al minuto 27.
Poco antes del doloroso 1-0, el técnico Mauricio Pochettino se vio obligado a rearmar al Tottenham tras la lesión del defensor Toby Alderweireld.
Sin embargo, no acusaron el reajuste los Spurs, quienes apenas sufrieron en el primer tiempo. Tres tímidas aproximaciones de Cristiano Ronaldo tras el gol de Alli lograron inquietar al portero Hugo Lloris, de quien apenas se tuvo noticias. Sólo el voluntarioso Isco Alarcón y Casemiro consiguieron salvar el honor del Real Madrid durante los primeros 45 minutos de juego.
El segundo tiempo mantuvo la tónica del primero. A los 11 minutos de la reanudación, Dele Alli volvió a aparecer, en una jugada en la que con dos amagos de genio dejó sentado a Casemiro y soltó un disparo que tocó en Sergio Ramos y despistó al portero Kike Casilla.
Entre los olés de Wembley llegó el tercer y definitivo gol del Tottenham, firmado por Christian Eriksen, al minuto 65 y tras un contragolpe, cuando el Real Madrid estaba volcado en busca del gol que le metiera en el partido.
El tardío empuje del Real Madrid, ya con Marco Asensio y Borja Mayoral sobre el terreno de juego, se vio recompensado a falta de 10 minutos para el final del encuentro, cuando Cristiano Ronaldo logró maquillar ligeramente el marcador, con un disparo dentro del área.
Alli pudo culminar su gran noche europea con el tercer tanto en su cuenta personal, pero su remate, dentro del área, se marchó incomprensiblemente fuera.
No se volvió a mover el marcador pese a la insistencia del Real Madrid, que se marchó de Londres con las manos vacías, salvó con un triste recuerdo de su visita a Wembley, que lo deja, prácticamente condenado a la segunda posición del Grupo H y con la necesidad de despertar de un letargo que lo ha sumido en una crisis de resultados y juego más que evidente.