Hidalgo, cuna de la charrería

“En lo personal y para muchos, la charrería es un estilo de vida, para Hidalgo, es tan simple y sencillo definir lo que significa este deporte, es considerado cuna del deporte nacional, es donde nace esta tradición, y que a través del tiempo se convierte en un deporte que por decreto presidencial es el único mexicano” dijo el charro Gerardo Anselmo García Arteaga.

En entrevista para este medio, Gerardo Mejía comentó parte de su experiencia en este deporte el cual se ha convertido en parte de su pasión, y del cual recalca que Hidalgo es cuna de la charrería en México, “esto lo avala la Federación Mexicana de Charrería en sus documentos, en ellos, hacen el hincapié que efectivamente en Hidalgo nace esta tradición”.

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Gerardo recordó que hasta finales de los años 70, las actividades de este deporte se realizaban en el ya desaparecido Lienzo Charro Nicolás Romero que se situaba en lo que hoy es un Centro Comercial en Avenida Revolución.

Para 1979, relató, fue su primera participación en este escenario donde no le fue también, debido a que pasó por una novatada en la que los más experimentados le pedían montar un toro, “a muchos les pedían eso y no aguantaban y no regresaban, de alguna manera es una prueba para quienes quieren acercarse a este deporte, ahí ves que a pesar de las circunstancias, con una caída o un golpe, decides seguir o retirarte, lo dice un dicho charro, no hay riata que no se reviente ni charro que no se caiga”.

De si es un deporte elitista, mencionó que en sus inicios, tenía esa idea debido a que tenía intensiones de iniciar de manera formal, “pero en casa había prioridades, no tenía para comprar el equipo necesario, pero hoy en día entiendo que no es elitista porque pude iniciar desde niño acercándome a los canales necesarios que pudieran haberme enseñado algo.

“Hay equipos que tienen charros pagados, profesionales que se dedican a eso, con buenos sueldos, hacen lo que les gusta, pero la mayoría de equipos, por ejemplo, en Hidalgo son equipos de familia, de pueblo, de rancho y no necesariamente tienen una situación económica desahogada, la cosa es que traigan el gusto, muchos de ellos que no tenían los recursos, se volvieron buenos, hoy presumen estar en equipos fuertes a nivel profesional y con un buen sueldo”.

Respecto a si atrae el turismo, comentó que sin duda genera importante derrama económica, “en pueblos no solo de la entidad sino en el país, con charreadas de feria de pueblo o por aniversarios, se dan charreadas de invitación de asociaciones charras.

“Hoy en día hay muchos torneos importantes a nivel nacional, en Hidalgo, hoy que es día del charro a nivel nacional, haremos los charros de Pachuca el tradicional desfile y además, comienza el Excelencia Charra que a nivel nacional es reconocido como uno de los tres más grandes torneos en México”.

En cuanto a derrama económica, no dio cifras estimadas, pero enfatizó que si es una cantidad importante al considerar que son muchos equipos los que vienen de charros quienes se hospedan en hoteles, que compran pastura para los caballos, la compra de artesanías que realizan propias del deporte como monturas, sombreros, espuelas y más artículos.

Recordó que en la entidad, los lugares donde más se practica este deporte son el Altiplano, el Valle del Mezquital, la región del Valle de Tulancingo y parte de Atotonilco El Grande y Metztitlán, “de la sierra hacia la huasteca casi no hay charrería, quizás por las condiciones geográficas”.

Por otra parte, Mejía platicó un poco de como se acercó a la charrería, “a los 5 ya sabía montar a caballo, pero no inicié a hacer suertes hasta los 17 años. Yo soy de Tepatepec, por circunstancias del destino nos fuimos para Actopan y posteriormente llegamos a Pachuca.

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“Desde niño me gustaban los caballos y pasado de los 16 años me empecé a acercar a charreadas del Lienzo antiguo que antes mencionado, el Nicolás Romero, ahí me empiezo a acercar y empiezo a conocer a charros”.