Este domingo, ante Pumas, Nicolás Ibáñez tiene la última oportunidad de arrebatarle el título de goleo a André Pierre-Gignac, y así romper la racha de ocho años sin que haya un jugador tuzo que sea el máximo romperredes de la Liga MX.
El camisa nueve del líder del futbol mexicano tuvo un cambio radical, al igual que el resto de la plantilla, para este torneo, y se destapó con el mismo número de su dorsal.
Ibañez comenzó con el pie derecho el campeonato, pues en la primera fecha ante el Atlético de San Luis, el argentino marcó su primer tanto, con la diestra. En ese duelo, Nico completó su doblete al 95´, de penal.
La segunda pena máxima que hizo válida el argentino fue en la jornada 4, contra Necaxa, en el partido que será recordado por la anotación de chilena de Avilés Hurtado.
Al siguiente partido, Ibañez continuó con su buen momento, e igualó los cartones en ese momento, en el empate de Pachuca ante Querétaro, con un remate de cabeza, al 15´.
El delantero completó tres encuentros consecutivos marcando, luego de que ante América venció a Guillermo Ochoa con un tiro cruzado de zurda, al 28´. y al siguiente, contra Mazatlán, mantuvo su buen momento, con otro impacto que terminó en el fondo de la red.
A pesar de no marcar contra Atlas, Nico regresó a la senda del gol en la jornada 10, en contra de Toluca, pues marcó la segunda anotación del partido, al 70´; además, puso el tanto de la honra, en el juego en Torreón contra Santos, en el que Pachuca perdió 3-1.
El último tanto de Ibañez fue contra Juárez, en la frontera. Ahora, tiene una oportunidad de que, con un triplete, llegue a tierra prometida.