/ lunes 11 de marzo de 2024

La evolución de las arenas de lucha libre en Tulancingo

Actualmente, varios recintos albergan las funciones de lucha libre en la ciudad.

La Arena Libertad en Tulancingo fue clausurada hace aproximadamente 15 años, luego de esto, han surgido otros espacios que albergan la lucha libre, y actualmente el Autolavado VM y el Centro de Desarrollo de Lucha Libre Profesional, mantienen las funciones quincenales y mensuales para los aficionados de este municipio y de la región; sin embargo, los eventos masivos se hacen en el palenque de la Expo Feria y en el gimnasio de la unidad deportiva Javier Rojo Gómez.

En Tulancingo, fue en 1939 cuando llegó la primera función de lucha libre en la Arena Afición original, un espacio improvisado por los hermanos Guzmán Huerta quienes regresaron a su ciudad natal para dar a conocer el deporte que aprendieron durante su estancia en la capital del país..

De acuerdo con el historiador Felipe Carrillo, la lucha libre llega a México debido a que un soldado retirado de las tropas villistas llamado Salvador Lutteroth González, viajó a los Estados Unidos de Norteamérica, donde lo invitan a una función de lucha libre, allí, consideró que este espectáculo sería un éxito en nuestro país.

No contaba con la solvencia económica para hacerlo, pero al regresar a México, compró un billete de lotería y se sacó el premio mayor, y con ese dinero compró la Arena Modelo, donde solo había boxeo. Lutteroth la remodeló y creó entonces la Arena México.

Con ello, en 1933 se presentó la primera función de lucha libre en el país. Rodolfo Guzmán Huerta “El Santo”, debutó al año siguiente.

“En ese entonces, en Tulancingo no se sabía nada de la lucha libre, por tal motivo, cuando ya se consolida el proyecto de los hermanos Guzmán Huerta, ellos traen la lucha libre en 1937; se presentan en el antiguo cine Olimpia, y ahí presentan el espectáculo en esta ciudad”, narra Felipe Carrillo.

Pasaron dos años para que los hermanos Guzmán inauguraran en 1939 la primera arena de lucha libre en la ciudad, en la calle de Guerrero casi esquina con Morelos, donde se estableció la primera Arena Afición, la cual estuvo funcionando hasta 1942, cuando Rodolfo Guzmán debutó ya con el nombre de El Santo.

“Enseguida se viene una secuencia de arenas. Primero se traslada hacia al Cuartel Militar, que estaba en lo que ahora es la Escuela Miguel Hidalgo junto a la Catedral; luego pasa a lo que es el antiguo cine Palacio, que actualmente es el estacionamiento Cuauhtémoc, anteriormente Teatro Guillermo Prieto; ahí, el empresario Gorgonio de la Concha, adapta ese espacio como Arena Palacio”.

El historiador narró que, posteriormente, se recorre la Arena a lo que era el antiguo hospital del Seguro Social sobre la misma calle Cuauhtémoc, entre Primero de Mayo y Libertad, ahí se estableció la Arena Black Guzmán.

Años después llega a Tulancingo Héctor “Güero” Vega, empresario que compró la esquina de Libertad con la Avenida Juárez, y fundó la Arena Libertad en 1959.

Sin embargo, Tulancingo fue creciendo y la arena era pequeña para la creciente afición, por tal motivo, el Cine Rex ubicado en la calle de Luis Ponce, otorga su espacio para que, en lo que se construía una arena moderna, se establecieran por un tiempo las funciones de lucha libre.

Finalmente, la nueva Arena Libertad, inaugurada en 1970, ubicada en la calle Primero de Mayo, entre Luis Ponce y Ocampo, estuvo en funcionamiento por aproximadamente 40 años; aquí se dieron cita las figuras más importantes del pancracio mexicano en el siglo XX, como el ya mencionado Santo, Blue Demon, Mil Máscaras, Dos Caras, Rayo de Jalisco y Huracán Ramírez, por mencionar algunos.

El cronista tulancinguense de la lucha libre, Faustino Vera Cortés, confirmó también esta secuencia de arenas, en las cuales se fue arraigando el deporte espectáculo en los habitantes de este municipio.

En todas estas arenas, aseguró, los luchadores locales que trascendieron dieron clases a las nuevas camadas de luchadores de Tulancingo.

“A espaldas de lo que ahora es la fábrica La Aurora, en la calle Guerrero, se estableció la que es considerada como la primera arena de lucha libre en Tulancingo, a iniciativa de los hermanos Guzmán Huerta, quienes fueron los encargados de traer el espectáculo de la lucha libre a esta ciudad”, reiteró.

Héctor “el Güero” Vega, originario de Pachuca, viene a Tulancingo y en su gusto por la lucha libre, se hace comisionado e improvisa la arena en un terreno baldío con gradas improvisadas.

Fue el responsable de crear la Arena Libertad, convirtiéndola en uno de los recintos más importantes del pancracio por varios años en Tulancingo.

Incluso Crazy Boy, luchador de Tulancingo reconocido a nivel internacional y nacional, señaló que su carrera la inició precisamente en la Arena Libertad.

“La Arena Libertad fue emblemática, no solo aquí en Tulancingo y el estado, sino también en toda la república mexicana; todos los luchadores de antaño venían a esta arena, aquí despertó mi gusto por la lucha libre ya que nos visitaban gente como Octagón, Satánico, el Dandy, los Cadetes del Espacio e infinidad de luchadores todos los jueves, que eran los días de lucha tradicional, las buenas, como decía la gente”, expresó.

Recordó que su madre lo llevaba tanto jueves como domingos a la Arena Libertad, ya que era ferviente aficionada a este deporte espectáculo. “El domingo eran funciones más que nada protagonizadas por luchadores de Tulancingo y de Pachuca y a veces no tenían el gran auge como los días jueves”.

“Desde los cinco años mi madre me llevaba a la Arena Libertad, incluso, de regreso me llevaban dormido y cargando porque ya era muy noche cuando acaban las funciones, por lo que mis primos Súper Crazy y Sangre Guerrera me llevaban en sus hombros”.

En faceta como empresario de lucha libre, recordó que tuvo la oportunidad de hacer un evento en esta arena, donde como siempre, la gente de Tulancingo y la región respondió muy bien.

“Tuvimos doble evento porque mucha gente se quedó afuera, eran cuadras de gente formada por lo que acabamos un evento, se salió la gente y entraron los que estaban esperando”, recordó.

A la Arena Libertad, siguieron sitios como la Arena Coliseo, en el expalenque de la Feria, a espaldas del estadio Primero de Mayo, donde también entrenaban y se daban clases de lucha.

Fue en 1996 cuando la Alianza de Luchadores de Tulancingo, liderados por Pedro Vega “El Impostor”, iniciaron funciones de lucha libre en la llamada Arena Coliseo, en las antiguas instalaciones del Palenque de Feria de Tulancingo, durante aproximadamente ocho años.

El Coliseo fue nutrido por un grupo de aproximadamente 70 luchadores que pertenecían a aquella organización, y que alternaban con figuras de la Ciudad de México y otros estados del país.

Pero al tener los dueños otros planes para el lugar, la lucha libre tuvo que moverse a otro sitio, como el Autolavado VM, donde en principio se llamó también Coliseo Tulancingo.

“Me acuerdo también que, al cerrarse el expalenque, nos movimos al autolavado VM, y fue ahí donde empezamos a pedir oportunidad para hacer eventos underground, algo distinto a lo que se pueda vivir en una arena”, cita Crazy Boy.

En este espacio, se dieron encarnizadas batallas de la llamada lucha extrema, donde se dieron cita luchadores de distintas partes del mundo y del país.

Este lugar sigue vigente, en la calle de Rayón, esquina con Guerrero; sin embargo, los eventos masivos se han realizado en el gimnasio de usos múltiples de la unidad deportiva Javier Rojo Gómez, desde los años noventa, donde incluso se dieron cita luchadores del nivel del Hijo del Santo.

De igual forma, en el estadio Primero de Mayo se han llevado algunas funciones masivas, aunque la logística es un poco más complicada en este sitio.

Actualmente, las instalaciones del palenque de feria de Tulancingo, en la localidad de Jaltepec, también es una sede alterna para funciones masivas de lucha libre, ante la falta de una arena en esta ciudad.

“La gente acude a ver a sus ídolos de la actualidad y que estén vigentes”, aseguró Crazy Boy.

“Sería algo muy importante para Tulancingo tener una arena… por ahí hay algunas pláticas, unos proyectos, esperando que se concreten y estaremos presentes para poder tener un lugar”, adelantó.

Crazy Boy, junto con un grupo de profesionales del deporte, la psicología y terapia física, iniciaron hace poco más de un año el proyecto del Centro de Desarrollo Profesional de Lucha Libre, en la calle Felipe Ángeles, cerca del parque El Caracol.

En este lugar tienen eventos vigentes cada mes, donde la gente se ha dado cita. “Si a la gente le das buena lucha, la gente ahí está, la gente es muy noble en Tulancingo, a la gente le gusta mucho la lucha libre“, dijo el luchador.

“En el Centro de Desarrollo tenemos nuestro proyecto propio y sabemos que debemos de tener eventos vigentes mes por mes para solventar gastos, pero además, el lugar es idóneo para nuestro objetivo de formación de luchadores”, agregó.

“Quienes están entrenando en la Escuela Municipal de Lucha Libre con Paranoiko, aunados a los que están conmigo, que es más una escuela para niños, de formación y disciplina junto con preparación física, nutrición, fisioterapia, hemos tenido buenos resultados porque ha servido para afianzar mucha de la confianza de los jóvenes que entrenan y puedan desarrollar su talento como luchadores ante un público y más de cerca, y así como los alumnos que apenas están iniciando, tener diferentes exhibiciones, tener la oportunidad de ante público, mostrar lo que entrenan”, concluyó.


La Arena Libertad en Tulancingo fue clausurada hace aproximadamente 15 años, luego de esto, han surgido otros espacios que albergan la lucha libre, y actualmente el Autolavado VM y el Centro de Desarrollo de Lucha Libre Profesional, mantienen las funciones quincenales y mensuales para los aficionados de este municipio y de la región; sin embargo, los eventos masivos se hacen en el palenque de la Expo Feria y en el gimnasio de la unidad deportiva Javier Rojo Gómez.

En Tulancingo, fue en 1939 cuando llegó la primera función de lucha libre en la Arena Afición original, un espacio improvisado por los hermanos Guzmán Huerta quienes regresaron a su ciudad natal para dar a conocer el deporte que aprendieron durante su estancia en la capital del país..

De acuerdo con el historiador Felipe Carrillo, la lucha libre llega a México debido a que un soldado retirado de las tropas villistas llamado Salvador Lutteroth González, viajó a los Estados Unidos de Norteamérica, donde lo invitan a una función de lucha libre, allí, consideró que este espectáculo sería un éxito en nuestro país.

No contaba con la solvencia económica para hacerlo, pero al regresar a México, compró un billete de lotería y se sacó el premio mayor, y con ese dinero compró la Arena Modelo, donde solo había boxeo. Lutteroth la remodeló y creó entonces la Arena México.

Con ello, en 1933 se presentó la primera función de lucha libre en el país. Rodolfo Guzmán Huerta “El Santo”, debutó al año siguiente.

“En ese entonces, en Tulancingo no se sabía nada de la lucha libre, por tal motivo, cuando ya se consolida el proyecto de los hermanos Guzmán Huerta, ellos traen la lucha libre en 1937; se presentan en el antiguo cine Olimpia, y ahí presentan el espectáculo en esta ciudad”, narra Felipe Carrillo.

Pasaron dos años para que los hermanos Guzmán inauguraran en 1939 la primera arena de lucha libre en la ciudad, en la calle de Guerrero casi esquina con Morelos, donde se estableció la primera Arena Afición, la cual estuvo funcionando hasta 1942, cuando Rodolfo Guzmán debutó ya con el nombre de El Santo.

“Enseguida se viene una secuencia de arenas. Primero se traslada hacia al Cuartel Militar, que estaba en lo que ahora es la Escuela Miguel Hidalgo junto a la Catedral; luego pasa a lo que es el antiguo cine Palacio, que actualmente es el estacionamiento Cuauhtémoc, anteriormente Teatro Guillermo Prieto; ahí, el empresario Gorgonio de la Concha, adapta ese espacio como Arena Palacio”.

El historiador narró que, posteriormente, se recorre la Arena a lo que era el antiguo hospital del Seguro Social sobre la misma calle Cuauhtémoc, entre Primero de Mayo y Libertad, ahí se estableció la Arena Black Guzmán.

Años después llega a Tulancingo Héctor “Güero” Vega, empresario que compró la esquina de Libertad con la Avenida Juárez, y fundó la Arena Libertad en 1959.

Sin embargo, Tulancingo fue creciendo y la arena era pequeña para la creciente afición, por tal motivo, el Cine Rex ubicado en la calle de Luis Ponce, otorga su espacio para que, en lo que se construía una arena moderna, se establecieran por un tiempo las funciones de lucha libre.

Finalmente, la nueva Arena Libertad, inaugurada en 1970, ubicada en la calle Primero de Mayo, entre Luis Ponce y Ocampo, estuvo en funcionamiento por aproximadamente 40 años; aquí se dieron cita las figuras más importantes del pancracio mexicano en el siglo XX, como el ya mencionado Santo, Blue Demon, Mil Máscaras, Dos Caras, Rayo de Jalisco y Huracán Ramírez, por mencionar algunos.

El cronista tulancinguense de la lucha libre, Faustino Vera Cortés, confirmó también esta secuencia de arenas, en las cuales se fue arraigando el deporte espectáculo en los habitantes de este municipio.

En todas estas arenas, aseguró, los luchadores locales que trascendieron dieron clases a las nuevas camadas de luchadores de Tulancingo.

“A espaldas de lo que ahora es la fábrica La Aurora, en la calle Guerrero, se estableció la que es considerada como la primera arena de lucha libre en Tulancingo, a iniciativa de los hermanos Guzmán Huerta, quienes fueron los encargados de traer el espectáculo de la lucha libre a esta ciudad”, reiteró.

Héctor “el Güero” Vega, originario de Pachuca, viene a Tulancingo y en su gusto por la lucha libre, se hace comisionado e improvisa la arena en un terreno baldío con gradas improvisadas.

Fue el responsable de crear la Arena Libertad, convirtiéndola en uno de los recintos más importantes del pancracio por varios años en Tulancingo.

Incluso Crazy Boy, luchador de Tulancingo reconocido a nivel internacional y nacional, señaló que su carrera la inició precisamente en la Arena Libertad.

“La Arena Libertad fue emblemática, no solo aquí en Tulancingo y el estado, sino también en toda la república mexicana; todos los luchadores de antaño venían a esta arena, aquí despertó mi gusto por la lucha libre ya que nos visitaban gente como Octagón, Satánico, el Dandy, los Cadetes del Espacio e infinidad de luchadores todos los jueves, que eran los días de lucha tradicional, las buenas, como decía la gente”, expresó.

Recordó que su madre lo llevaba tanto jueves como domingos a la Arena Libertad, ya que era ferviente aficionada a este deporte espectáculo. “El domingo eran funciones más que nada protagonizadas por luchadores de Tulancingo y de Pachuca y a veces no tenían el gran auge como los días jueves”.

“Desde los cinco años mi madre me llevaba a la Arena Libertad, incluso, de regreso me llevaban dormido y cargando porque ya era muy noche cuando acaban las funciones, por lo que mis primos Súper Crazy y Sangre Guerrera me llevaban en sus hombros”.

En faceta como empresario de lucha libre, recordó que tuvo la oportunidad de hacer un evento en esta arena, donde como siempre, la gente de Tulancingo y la región respondió muy bien.

“Tuvimos doble evento porque mucha gente se quedó afuera, eran cuadras de gente formada por lo que acabamos un evento, se salió la gente y entraron los que estaban esperando”, recordó.

A la Arena Libertad, siguieron sitios como la Arena Coliseo, en el expalenque de la Feria, a espaldas del estadio Primero de Mayo, donde también entrenaban y se daban clases de lucha.

Fue en 1996 cuando la Alianza de Luchadores de Tulancingo, liderados por Pedro Vega “El Impostor”, iniciaron funciones de lucha libre en la llamada Arena Coliseo, en las antiguas instalaciones del Palenque de Feria de Tulancingo, durante aproximadamente ocho años.

El Coliseo fue nutrido por un grupo de aproximadamente 70 luchadores que pertenecían a aquella organización, y que alternaban con figuras de la Ciudad de México y otros estados del país.

Pero al tener los dueños otros planes para el lugar, la lucha libre tuvo que moverse a otro sitio, como el Autolavado VM, donde en principio se llamó también Coliseo Tulancingo.

“Me acuerdo también que, al cerrarse el expalenque, nos movimos al autolavado VM, y fue ahí donde empezamos a pedir oportunidad para hacer eventos underground, algo distinto a lo que se pueda vivir en una arena”, cita Crazy Boy.

En este espacio, se dieron encarnizadas batallas de la llamada lucha extrema, donde se dieron cita luchadores de distintas partes del mundo y del país.

Este lugar sigue vigente, en la calle de Rayón, esquina con Guerrero; sin embargo, los eventos masivos se han realizado en el gimnasio de usos múltiples de la unidad deportiva Javier Rojo Gómez, desde los años noventa, donde incluso se dieron cita luchadores del nivel del Hijo del Santo.

De igual forma, en el estadio Primero de Mayo se han llevado algunas funciones masivas, aunque la logística es un poco más complicada en este sitio.

Actualmente, las instalaciones del palenque de feria de Tulancingo, en la localidad de Jaltepec, también es una sede alterna para funciones masivas de lucha libre, ante la falta de una arena en esta ciudad.

“La gente acude a ver a sus ídolos de la actualidad y que estén vigentes”, aseguró Crazy Boy.

“Sería algo muy importante para Tulancingo tener una arena… por ahí hay algunas pláticas, unos proyectos, esperando que se concreten y estaremos presentes para poder tener un lugar”, adelantó.

Crazy Boy, junto con un grupo de profesionales del deporte, la psicología y terapia física, iniciaron hace poco más de un año el proyecto del Centro de Desarrollo Profesional de Lucha Libre, en la calle Felipe Ángeles, cerca del parque El Caracol.

En este lugar tienen eventos vigentes cada mes, donde la gente se ha dado cita. “Si a la gente le das buena lucha, la gente ahí está, la gente es muy noble en Tulancingo, a la gente le gusta mucho la lucha libre“, dijo el luchador.

“En el Centro de Desarrollo tenemos nuestro proyecto propio y sabemos que debemos de tener eventos vigentes mes por mes para solventar gastos, pero además, el lugar es idóneo para nuestro objetivo de formación de luchadores”, agregó.

“Quienes están entrenando en la Escuela Municipal de Lucha Libre con Paranoiko, aunados a los que están conmigo, que es más una escuela para niños, de formación y disciplina junto con preparación física, nutrición, fisioterapia, hemos tenido buenos resultados porque ha servido para afianzar mucha de la confianza de los jóvenes que entrenan y puedan desarrollar su talento como luchadores ante un público y más de cerca, y así como los alumnos que apenas están iniciando, tener diferentes exhibiciones, tener la oportunidad de ante público, mostrar lo que entrenan”, concluyó.


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