Luego de un proceso largo de certificación y 12 años de espera, con trabajo de promoción, entrenamiento y enseñanza del taekwondo, el tulancinguense Rolando Montes aprobó su examen para obtener el grado de cinta negra séptimo dan, ante sinodales y organismos internacionales, en Guadalajara.
El propio instructor narró que los danes se obtienen de acuerdo al grado que cada quien aspira y tienen que ver con los años de experiencia; por ejemplo, el primer dan normalmente son de cuatro a cinco años de práctica, desde la cinta blanca hasta cinta negra; segundo dan, dos años; tercer dan, tres años, y así sucesivamente.
“El que tengas un mayor grado implica una mayor responsabilidad en todos los sentidos, ya que el taekwdondo es considerado como un estilo de vida, en el que debes en poner en práctica los valores que se promueven en él; como es la cortesía, la integridad, la perseverancia, el espíritu indomable, el autocontrol, y ser más sencillo, para entender y poder saber que siempre tienes que ser agradecido”, declaró el entrenador.
Dijo que, para los grados mayores normalmente se busca una certificación internacional por la validez que esto conlleva, una organización de Corea, que es el país de origen del taekwondo y en esta ocasión fueron validados por el presidente de Corea Taekwondo Moo Duk Kwan Association, GM Jong Hwan Lee; el secretario general GM Dragon Kim, el vicepresidente GM Sergio Chávez y el presidente de Richard Chun USA Taekwondo HQ GM, Fred Kouefati.
Montes Obregón practica taekwondo desde 1981, en la primera generación de la Universidad Nacional Autónoma de México y se dedica a la promoción y enseñanza en Tulancingo desde 1988; actualmente es capacitador nacional del Sistema de Certificación y Capacitación para entrenadores deportivos, de la Conade.
El profesor José Sámano fue uno de los ocho cintas negras que presentaron examen para el máximo grado de esta disciplina, que es el noveno dan.
“Fue un honor presentar ahora, después de 42 años, acompañar a mi maestro a su examen para noveno dan”, subrayó el tulancinguense.