El Club Hidalguense, en el sur de la capital de Hidalgo, fue testigo de una final de alarido, pues Gigantera vino de atrás y remontó un 3-1 en el global a Mineras, para coronarse en la Liga Mexicana de Futbol Femenil (Limeffe).
Fue muy temprano en el compromiso cuando el equipo mexiquense buscó repetir la dosis a las dirigidas de Erick Vázquez, pues en febrero pasado fueron campeonas como visitantes en el Torneo de Invierno, y lograron su cometido, pues antes de los 10 minutos del partido, ya se habían puesto en ventaja en el partido.
Mineras, desconcentradas en el partido
Las Mineras lucieron desconcentradas durante la mayor parte del compromiso, y es que su delantera titular, Zoé Tapia, fungió como arquera una buena parte del partido, lo que representó una desventaja en las acciones ofensivas de las pachuqueñas.
Sin embargo, el marcador no se movió durante el tiempo inicial, y fue la mínima ventaja para Gigantera la que imperó en el marcador.
Una vez comenzado el complemento, las mexiquenses lucieron nuevamente muy insistentes en zona ofensiva, pues apenas a los 55 minutos igualaron el tanteador global, ante un ataque minero que parecía tímido, y una tribuna que presionaba a propias, extrañas y al arbitraje.
Las pachuqueñas intentaron esporádicamente colocar el primer tanto en su favor y tratar de controlar el partido, pero los errores en zona defensiva les costaron, pues hubo distintas acciones en la que la arquera Tapia tuvo que usar últimos recursos para despejar el balón.
Fue en los minutos finales cuando nuevamente Gigantera se encontró un mano a mano, cortesía de Ingrid Durán, quien se quitó a la portera, y dribló a una defensa, para darle la vuelta al marcador, y entregarle la corona a Gigantera, por segunda ocasión consecutiva en la cancha de las Mineras.