A casi seis años de haberse creado la Liga MX Femenil, la jugadora de Pachuca Mónica Ocampo, quien jugó desde la primera edición en el Apertura 2017, sigue con dos objetivos pendientes, ganar el título con Pachuca, y después de su retiro como futbolista profesional, convertirse en entrenadora, y a mediano o largo plazo, dirigir al plantel femenil del equipo en el que ha jugado todo este tiempo.
Ocampo recordó que siempre ha manifestado querer levantar el título, y posteriormente, terminar su carrera, “me encantaría dirigir a las Tuzas, tener ese proceso de preparación, mucha gente me dice que terminando mi carrera como futbolista, quizás estaría dirigiendo, pero me quiero preparar bien, una cosa es ser jugadora y otra es ser entrenadora”.
La jugadora indicó que han sido años buenos donde ha disfrutado mucho de algo que le apasiona, el futbol, “cada torneo que he jugado, trato de dar lo mejor, siempre con la ilusión de poder levantar el trofeo, nos hemos quedado cortas en tres finales, que se dice fácil, pero ha sido de mucho esfuerzo y trabajo, ahora tenemos una nueva oportunidad en el Apertura 2023 para alcanzar ese objetivo”.
Respecto a ser un referente para nuevas jugadoras al recordar que ha sido seleccionada nacional y además, es la autora del que es considerado por la FIFA el mejor gol en la historia de los mundiales femeniles, dijo que es una gran responsabilidad ser ejemplo de jugadoras que tienen la ilusión y el sueño de convertirse en jugadoras profesionales.
“Siempre trato de alentarlas, apoyarlas, cuando llegan al primer equipo, hay nerviosismo, piensan en: ¿qué pasa si me equivoco?, los entrenamientos son para equivocarnos, siempre trato de que participen más, que quieran el balón, que se reten, les digo que si quieren llegar a un equipo profesional tienen que trabajar como tal, siempre trato de estar cerca de ellas para alentarlas”.