Daniel Hernández compartió parte de su experiencia como elaborador de máscaras de lucha libre, actividad que realiza desde hace una década, y de la cual refiere, también se vio afectada por la pandemia al bajar de manera considerable su trabajo.
En entrevista para El Sol de Hidalgo, Daniel platicó que el gusto por la lucha libre comenzó desde su infancia, específicamente cuando su abuelita lo llevaba a ver funciones de lucha libre y posteriormente al acompañar a su padre al trabajo, veía en los puestos de juguete muñecos de plástico.
Tiempo después, la aparición de Místico en una empresa de lucha libre estadounidense, captó su total atención lo que le llevó a elaborar una máscara similar a la del príncipe de oro y plata.
INICIOS
“Yo quería tener una máscara como la de Místico, comencé a investigar donde conseguirla y sus costos y cuando supe que eran caras, no me quedó más que pedirle una de juguete a mi madre.
“Mi papá se dedicaba a la costura y una vez tomé vinil dentro de su material, le quité piezas a una máscara para mejorarla y tiempo después el primo de su entonces novia era luchador y vio el rediseño que hice, vio que tenía potencial y me dijo que podía dedicarme a un rango más profesional, me regaló una de sus máscaras rotas para practicar con ella”.
Posterior a ello, “Don Pepe”, encargado del Deportivo 11 de Julio, vio mi trabajo y de ahí nació como hobbie esta actividad de la cual Daniel, vio que había un amplio mercado en redes sociales, páginas dedicadas a venta e intercambio de máscaras, “en ese momento, comencé a elaborar una máscara como la de Dr. Wagner.
“Cuando Don Pepe vio que estaban mejor hechas, me llevó al Deportivo 11 de Julio y me presentó, según recuerdo, con Piloto Infernal y comenzaron a pedirme máscaras”.
¿HAY COMPETENCIA?
“Si la hay, esto es bueno y malo, primero porque al final el sol sale para todos y ayuda a que no se pierda esta tradición de la cultura mexicana.
“Y es malo porque desgraciadamente hay personas que nos afectan porque compran las mismas telas que quienes hacemos un producto más profesional y lo hacen de menor calidad, por lo que ofrecen la máscara más barata y por lo mismo, el luchador se va con lo más barato. Los que nos dedicamos y vivimos de esto, sabemos que es un proceso de días, más allá de los materiales, todo lo que implica estar sentado por horas frente a la máquina de coser, sabemos lo que cuesta.
MÁSCARAS MÁS SIGNIFICATIVAS
Para Daniel, algunas de las máscaras más significativas son las que ha podido regalar a amigos con diseños personales; otra, es una que hizo hace años con papel picado, una más que fue un diseño para el luchador Cuatrero que presentó en un evento del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), él salió con esa capucha.
COSTOS
Daniel indicó que el costo depende del material, y estos van desde los mil 200 hasta los dos mil 500 lo cual varía de acuerdo a la tela que se use. Hay máscaras que pueden llevar más tiempo de acuerdo a complejidad de diseño de poder encontrar materiales, el aficionado o luchador que conoce de telas pide un material en específico y a veces eso lleva semanas para poder encontrarlo.
“Una ocasión la máscara que hice con diseño de papel picado no la tenía en venta, un cliente me preguntó si estaba en venta y le dije que no, pero ofreció cinco mil pesos y al final si la vendí.
“También pienso en el aficionado que es quien compra la máscara y muchas veces paga lo justo, y así debe de ser. Y por su parte, los luchadores están en su derecho de vender sus máscaras al precio que ellos quieren, hay quienes no pueden pagar porque estos son altos.
“Calculo por ejemplo que la capucha de Mil Máscaras vale unos 10 mil pesos, si hablamos de Hijo de Blue Demon Jr o Hijo del Santo, no menos de 15 mil pesos si es que no lo venden en dólares. Si hablamos del enmascarado de plata original, cerca de 50 mil pesos”.
RIFAS Y SUBASTAS
Hernández platicó que otra forma de vender las capuchas, es a través de rifas y/o subastas, de lo cual refiere si hay demanda, “las ventas directas bajaron considerablemente por el tema de la pandemia entre otras circunstancias, por lo que se hacen máscaras más económicas”.
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MEJORES MOMENTOS
“Una ocasión tenía en venta una máscara de Dr. Wagner quien se iba a presentar en Pachuca y mi propósito era buscar que la autografiara para venderla con la rúbrica, terminó su participación dentro del cuadrilátero, me acerqué, le pedí una foto y le pedí su autógrafo el cual me negó, esto debido a que dijo que no podía firmar un artículo profesional, más que molestarme, fue un halago para mi trabajo”.
Agregó que también a través de esta actividad ha podido conocer a figuras del deporte como los futbolistas Lizbeth Ángeles y Jorge El Burrito Hernández, así como Cuatrero y Dr. Wagner con quien refiere sostiene pláticas para poder realizarle algún diseño.
Finalmente, Daniel dejó un mensaje: “qué siga asistiendo el público a las distintas Arenas de lucha libre, que se siga viendo lo que es cultura dentro de México y que prevalezca por muchos años más.
