Los quilates se multiplicaron con el nacido en Tepeji del Rio Raúl Jiménez, el atacante ganó más oro que nadie, el título y un balón bañado en el metal precioso, se llevó el delantero de los Wolves a casa.
Jiménez, el líder goleador del Tricolor, fue elegido por la Concacaf como el mejor jugador de la competencia.
Su premio lo acepta, lo satisface y al mismo tiempo agradece a todos los responsables de su logro individual: “Estoy muy feliz, contento, el premio es de todos, le agradezco al “Tata” su confianza y a mis compañeros su apoyo”, comentó Raúl.
Jiménez insistió en darle mérito a todos: “Mis compañeros y el cuerpo técnico me dan su confianza, ellos me motivan, sé que puedo hacer lo que me proponga”, indicó el atacante mexicano.
Sin soltarlo, sin descuidarlo, abrazándolo todo el tiempo, el delantero de los Wolves no ocultó esa alegría por recibir ese galardón: “Ha sido un año muy bueno para mí, he tenido premios individuales, estoy muy feliz”, repitió.
El balón dorado se lo lleva a “Inglaterra, me tocan unos días de vacaciones, quiero estar con la familia para después viajar y trabajar, el futbol continúa”, adelantó.
Raúl, con su laurel brillante, habló de su rol de delantero estelar: “Vestir la camiseta de México es un honor y un orgullo, me siento bien, pero sé que tengo otros compañeros que esperan estar en esa posición, se consiguió un título y es grandioso”, destacó Jiménez.