Javier Guzmán Mendoza, mejor conocido en el mundo de la lucha libre como el “Torito”, lleva 15 años desempeñándose como réferi de este deporte en la ciudad de Nueva York,a donde viajó buscando una mejor calidad de vida, pero siguió haciendo lo que más le apasiona.
Con 51 años de edad y cuatro hijos, narró en entrevista para El Sol de Tulancingo que actualmente es cocinero en un restaurante en La Gran Manzana, pero no quiso dejar de lado el seguir en el ambiente de la lucha libre, como lo hacía en nuestro país.
Sus inicios como réferi fueron en peleas locales, sobre todo en la mítica arena Libertad de Tulancingo; “estuve a punto de llegar a Triple A con el difunto Antonio Peña, pero no se me dio porque me tuve que venir (a Estados Unidos de Norteamérica), por problemas económicos”, declaró.
Dijo que tuvo la oportunidad de trabajar en una función para televisión, en las instalaciones del palenque, durante la expo feria de Tulancingo en el 2006, donde participaron luchadores como Máscara Sagrada, Súper Porky, Shocker, La Parka,Gronda, entre otros, y asegura que este es uno de los mejores recuerdos que le ha dejado la lucha libre.
En Nueva York, tuvo también la oportunidad de trabajar en un mano a mano entre el Hijo del Santo y Blue Demon Jr.,sin embargo, también ha trabajado con figuras como Dr. Wagner, Rayo de Jalisco, Damián 666, Último Guerrero, Huracán Ramírez, Jr., Solar, Súper Crazy, Máscara
Año 2000, Fuerza Guerrera, entre otros.“Todas las empresas de Nueva York me han dado la oportunidad de trabajar, y no es por nada, pero los empresarios me catalogan como el mejor réferi de esta ciudad”, aseguró.
Aseguró que su estilo es rudo, y siempre busca enganchar con la gente, crear polémica, el enojo en la gente y a su vez, la algarabía.
Fue en Huauchinango, Puebla, donde,en una lucha en la que participó, se quebró un tobillo, lo que lo orilló a pensar en retirarse; sin embargo, Sangre Guerrera le insistió en que se dedicara a ser réferi y desde entonces ha acumulado 30 años de experiencia.