Tras muchos años de ahorro y sacrificios, el tulancinguense Gustavo Molina, de 34 años de edad y quien trabaja actualmente como administrativo en la universidad Etac, y además ha dado clases en otros centros escolares como el Instituto Moyocoyani, llegó el jueves pasado a Qatar, para hacer su sueño realidad.
En entrevista para el Sol de Tulancingo dijo ser un apasionado del futbol de toda la vida, fiel seguidor de los Pumas de la UNAM, que en algún momento de su vida se prometió a sí mismo el estar en la fiesta mundial del futbol, y ese momento lo vive ahora.
Señaló que fue difícil pero lo logró, pero “la suerte de nacer en una tierra llena de baches, de retos, de motivos para detenernos, porque en México las oportunidades no se encuentran, se crean”.
Narró que desde que llegó a Doha, hizo amigos inmediatamente de todas las nacionalidades, ya que hay gente prácticamente de todo el mundo; “es algo irreal, es un sueño, estoy emocionado”.
Destacó que, muy distinto a lo que se dicen en las noticias, “estamos vistiendo de la forma en que queramos, sin ningún problema, ninguna restricción, por lo menos para los turistas, obviamente mientras respetemos las reglas que ellos tienen, sus costumbres la gente es cordial, el calor no es fuerte”.
“Es un orgullo para mi representar a Tulancingo, a mi país, México, obviamente a mis Pumas y a mis amigos de la Rebel Tgo. La gente nos identifica inmediatamente por nuestra cultura, nuestra vestimenta, sombreros”.
Dijo que sumó más de 30 horas viajando desde el pasado miércoles: de Pachuca a la Ciudad de México, de ahí a Los Ángeles para seguir hasta Ámsterdam y finalmente arribar a Doha, aproximadamente a las 2:00 de la madrugada.
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“Es todo una fiesta, no hay restricciones de nada a excepción del alcohol. Parezco niño de cinco años. Lo estoy disfrutando mucho”, concluyó.