A poco más de un año de que se creó el Grupo Aeroportuario, Ferroviario, de Servicios Auxiliares y Conexos Olmeca-Maya–Mexica (GAFSACOMM), para operar proyectos turísticos, la empresa paraestatal tiene apenas 4.6 por ciento de participación de usuarios que pasan por aeropuertos.
El grupo, operado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), tiene a su cargo 12 aeródromos: Campeche, Palenque, Ciudad Victoria, Puebla, Chetumal, Ixtepec, Tamuín, Nogales, Nuevo Laredo, Uruapan y los nuevos aeropuertos internacionales de Tulum y Felipe Ángeles (AIFA).
Entre enero y julio de este año, estas terminales movilizaron a poco más de cinco millones de pasajeros, de los 108.5 millones que pasaron por todos los aeropuertos del país.
Esta movilización de pasajeros por parte del grupo operado por el Ejército estuvo sustentada prácticamente por el AIFA, que en el lapso de referencia atendió a 3.3 millones de pasajeros, es decir, dos de cada tres usuarios que utilizaron la infraestructura aeroportuaria del GAFSACOMM.
Por el contrario, los tres grupos aeroportuarios privados que operan en el país movieron en conjunto a 67.1 por ciento de los pasajeros, es decir, al menos dos de cada tres viajeros en territorio nacional pisaron alguna de las terminales operadas por estas empresas.
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El Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP), con sus 12 terminales entre las que destacan la de Guadalajara y Puerto Vallarta, movilizó a cerca de 32.4 millones de pasajeros entre enero y julio, con una participación de 29.9 por ciento.
Le siguió el Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur), que entre otras opera la terminal de Cancún, la segunda más grande del país, con una participación de 23.4 por ciento, equivalente a 25.3 millones de pasajeros.
El Grupo Aeroportuario Centro Norte (Oma) transportó a casi 15 millones de pasajeros en sus 13 terminales, lo que le significó 13.8 por ciento del mercado.
GAP, Asur y Omamovieron en conjunto a 67.1 por ciento de los pasajeros, es decir, almenos dos de cada tres viajeros en territorio nacional
GAFSACOMM se constituyó en abril de 2022, mediante una resolución publicada por la Secretaría de Hacienda en el Diario Oficial de la Federación (DOF), para operar diversos proyectos como el AIFA y el Tren Maya, así como museos, hoteles y parques turísticos, principalmente en el sureste, además de diversas estaciones de combustibles.
Desde entonces, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) ha realizado diversas asignaciones para trasladar el control de distintas terminales aéreas a la Sedena.
Fernando Gómez, especialista del sector aeronáutico, destacó que varios de estos aeropuertos cedidos al control del Ejército son deficitarios, como es el caso de Nogales que entre 2023 y el año previo vio una reducción de pasajeros de 9.5 por ciento, o el de Tamuín que en el mismo periodo cayó 4.1 por ciento.
También hay casos como el de Ixtepec que pasó de atender a siete mil 714 pasajeros en 2022 a mil 366 el año pasado. En el caso del AIFA, se ubica en el octavo puesto entre los 10 aeropuertos con más pasajeros en lo que va del año, según datos de la AFAC, con 3.3 millones, más del doble que en el mismo periodo de 2023.
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Gómez apuntó que al tener en su mayoría un nivel de ocupación bajo, los aeropuertos del Ejército deben recibir subsidios, lo que impacta en la rentabilidad del grupo aeroportuario que está conformado como empresa.
“No se ha hecho mucho por hacerlos rentables, al menos para que se paguen solos. No se trata de que el gobierno otorgue subsidios, sino que se trate de un grupo que cubra sus costos para no ser una carga al erario”, consideró.
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