La Cooperativa La Cruz Azul ha sorteado la pandemia gracias a la autoconstrucción y el segmento informal dentro del sector, comentó Víctor Manuel Velázquez Rangel, presidente del Consejos de Vigilancia de la compañía.
En entrevista con El Sol de México, el directivo indicó que como todos los sectores económicos la empresa sufrió los estragos de la crisis; sin embargo, destacó que al estar dirigidos a un mercado primordialmente informal, es decir, aquellas personas que adquieren material para la autoconstrucción, el impacto no fue tan grave.
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“Esa parte, la de la informalidad, es importante porque nos da solidez, por lo que el impacto no nos ha dado como en el sector formal, como infraestructura, concreteras, edificación y sector gobierno, que se vio muy dañado en esta pandemia”, indicó
Señaló que aunque el sector de la construcción es muy sensible a cualquier desaceleración económica, y es de los primeros que se desestabiliza, la cooperativa está firme y tiene finanzas solidas y destacó que hay inversiones importantes en la planta de Lagunas, Oaxaca, y para una nueva línea de producción y en la planta de Cruz Azul Hidalgo. Velázquez Rangel destacó que están observando una reactivación alentadora en el sector de la construcción, con mucho flujo de efectivo en el mercado, lo que les da tranquilidad para poder colocar toda la producción y venta de las cuatro plantas de cemento de La Cruz Azul en México.
El directivo refirió que participan en la proveeduría de material a algunos proyectos de infraestructura prioritaros para el Gobierno Federal, como el aeropuerto Felipe Ángeles y la refinería de Dos Bocas.
“Estamos trabajando bien, tenemos la confianza de que siempre hemos hecho el mejor cemento de México”, concluyó.
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