El Paquete Contra la Inflación y Carestía (PACIC) que firmó el gobierno federal con el sector empresarial, permitió la apertura total de las fronteras a los alimentos. Esto colocó a los productores del sector rural en la ruina.
Tan solo en el primer semestre de este año, las importaciones de granos y oleaginosas fueron de 24 millones de toneladas, la mitad de ellas, únicamente de maíz. De ese tamaño es la dependencia alimentaria en el sexenio que pronto concluirá afirmó el secretario general de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas, Álvaro López Ríos.
Resaltó que “al gobierno que termina, le quedan tres pendientes. Y al que inicia el 1 de octubre venidero tendrá que avanzar en la autosuficiencia alimentaria, en la seguridad para todos los mexicanos, porque se incrementó la presencia de la delincuencia organizada y la violencia; pero además, el sistema de salud, falló”.
Ante este panorama, dijo que diversos dirigentes de organizaciones campesinas solicitaron a la presidenta electa Claudia Sheinbaum, un espacio de diálogo, para que escuche al sector agrícola productor, para definir políticas públicas que lleven a recuperar soberanía e independencia alimentaria, la paz social y con ello, vuelva la seguridad al campo.
Advirtió el dirigente de la UNTA que “con una política asistencialista y sin los apoyos como son seguros, créditos y asistencia tecnológica, la autosuficiencia alimentaria caerá cerca del 50 por ciento, la más baja de la historia. Y estaremos lejos del 70 por ciento que recomienda la FAO”.
También demandó a la virtual Jefa del Ejecutivo Federal, Claudia Sheinbaum, renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte con Estados Unidos y Canadá (T-MEC) “y no subordinarse a las decisiones del vecino país del norte”.
Aseguró que de mantenerse la misma política pública para el medio rural, la dependencia alimentaria será un grave problema de Estado, situación que se sumará a la inseguridad y al cobro por derecho de piso que exige a los agricultores el crimen organizado.
Se requiere analizar la crisis que vive el medio rural y las alternativas de política pública viables para este sector. El abandono lleva años en el campo. El gobierno federal que está por terminar canceló toda la política pública que el movimiento campesino organizado conquistó en los últimos años denunció.
Entre otros, se redujo el presupuesto al campo y se dejaron de lado los programas asistenciales dirigidos a pequeños estratos de productores.
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Además, a la apertura total de las fronteras a la importación de alimentos, con el PACIC, se colocó al campo y a sus productores en la ruina.
“Asimismo, el Jefe del Ejecutivo no quiso dialogar con los representantes de las organizaciones campesinas y fomentó una campaña grosera y pesada de descalificaciones y acusaciones sin fundamento”, señaló
Por eso demandamos a la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum abra un espacio de diálogo y escuche a los representantes de los sectores productivos para definir políticas públicas “que nos lleven a recuperar soberanía e independencia alimentaria, la paz social y así la seguridad vuelvan al campo”, dijo Álvaro López Ríos.