Tres de cada 10 usuarios de teléfonos inteligentes en México ha compartido una o varias fotos íntimas a través de apps de mensajes, reveló un estudio de Kaspersky Lab.
De acuerdo con el reporte La verdad al desnudo, 27 por ciento de los usuarios de dispositivos en México tiene imágenes explícitas de ellos mismos almacenadas en su equipo.
María, una joven de 25 años, nunca imaginó que las fotos íntimas que compartió con su exnovio se convertirían en su peor pesadilla, luego de una ruptura dolorosa y cuando él la amenazó con publicar dichas imágenes en sus redes sociales si no accedía a sus exigencias.
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“Me sentía aterrada. No podía creer que estuviera haciendo esto. Pensaba que me amaba, pero ahora solo siento miedo y asco”, dijo la joven que vivió con ansiedad y temor por las amenazas de su exnovio.
El reporte, basado en más de nueve mil entrevistas con usuarios de 16 años o más en nueve países, entre ellos México, indicó que 62 por ciento de los encuestados dijo conocer a alguien que ha sobrevivido a un abuso de imágenes íntimas (IIA, por sus siglas en inglés), también conocida como “pornografía de venganza”.
“Nuestra investigación destaca la creciente normalización de un problema social crítico: los usuarios, especialmente los más jóvenes, comparten imágenes íntimas en cantidades cada vez mayores sin considerar las consecuencias a largo plazo”, explicó David Emm, investigador principal de Seguridad del equipo global de Análisis e Investigación en Kaspersky.
Óscar, un joven de 30 años, también fue víctima de la difusión de contenido íntimo sin su consentimiento. En su caso, la responsable fue una amiga con quien había tenido un encuentro sexual consensuado y que, tras una discusión, decidió “vengarse” publicando las fotos en un grupo de WhatsApp.
“Me sentí completamente traicionado, no puedo creer que haya hecho algo así. Pensé que era mi amiga, pero ahora solo siento rencor y humillación. He perdido la confianza en la gente”, expresó Óscar.
La práctica de guardar fotos íntimas o nudes en dispositivos se ha vuelto más común entre las generaciones jóvenes ya que, de acuerdo con el estudio de Kaspersky, dos de cada tres personas de entre 16 a 34 años lo hace y ha compartido las imágenes.
Debemos construir una conversación nacional e internacional sobre el significado y la importancia del consentimiento
Sophie Mortimer, integrante de Safety And Security Online
En contraste, añadió el documento, 61 por ciento de los usuarios con más de 35 años afirma que ha recurrido a esta práctica. Lo anterior se relaciona también con la “pornografía de venganza”, de la que hay más víctimas entre los usuarios jóvenes.
De acuerdo con el reporte de Kaspersky, una cuarta parte de las personas de entre 16 y 34 años ha sido víctima del abuso de sus imágenes íntimas, e incluso han sido amenazados con ello, mientras que entre los usuarios con más de 35 años la proporción de quienes han vivido una experiencia así es de 16 por ciento. En México existen mecanismos de protección contra este tipo de prácticas, como la Ley Olimpia, que desde 2018 se ha aprobado en varios estados del país para sancionar hasta con ocho años los delitos que violen la intimidad sexual de las personas a través de medios digitales.
“Podemos ver todos los días que el abuso de imágenes íntimas es un problema continuo, pero este estudio nos muestra dónde debemos actuar: construir una conversación nacional e internacional sobre el significado y la importancia del consentimiento”, refirió Sophie Mortimer, gerente de la Línea de Ayuda sobre Pornografía de Venganza en Safety and Security Online (SWGfL).
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Algunos usuarios han tomado medidas como mandar fotos a través de apps como WhatsApp, Telegram o Instagram, que permiten compartir contenido que se autodestruye después de verlo una vez e impide hacer capturas de pantallas. No obstante, Ángel, un jóven de 26 años, dijo que siempre hay riesgos, por lo que se pueden tomar otras medidas como enviar fotos donde nunca aparezca el rostro o algún otro elemento que delate a cierta persona.
Ana es una usuaria que ha compartido fotos íntimas en diversas ocasiones, aunque se asegura que sea siempre con chicos con los que ya tiene “historia”, es decir, nunca envía este tipo de contenido a personas que tiene poco de conocer o con quien no haya construido un vínculo de confianza. “Sí me he sentido insegura o vulnerable”.