La tarde del viernes, Aldo, su cuñada, dos amigos y su "revendedor de confianza" no entraron al estadio Azteca para ver el concierto de Bad Bunny, ya que una hora antes de que intentaran ingresar, sus boletos ya habían sido escaneados y registrados. Sólo entró la novia del revendedor.
En entrevista con El Sol de México, Aldo comentó que él y sus amigos llegaron cerca de las 16:30 horas del sábado al estadio Azteca y tuvieron que hacer fila para entrar al recinto donde Benito Antonio Martínez, el famoso cantante de reggaetón, ofrecería un concierto.
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Los seis conocidos se llevaron una sorpresa debido a que, cerca de las 18:20 horas por fin llegaron a las puertas de acceso en las que serían escaneados sus tickets. Una joven pasó el escáner a los códigos de barras y el resultado no fue el esperado: ya habían sido registrados.
"A la hora de que nos escanearan los boletos, una chica lo hizo y nos dijo que ya habían pasado, que ya habían registrado la entrada de los boletos, pero no nos lo quitaron, incluso nos mostró la hora y los cinco coincidían en que pasaron a las 17:24 horas", dijo.
De acuerdo con Aldo, de 10 personas que buscan entrar al concierto, sólo accedían tres, por lo que el resto comenzó a agruparse en el lugar para quejarse.
El joven explicó que tras esperar en la fila cerca de 40 minutos, ni él ni otras personas que tenían el mismo problema tuvieron respuesta por parte del personal de Ticketmaster.
"En la fila, a la mayoría de las personas que escuchábamos que regresaban eran de la zona de playa", agregó el fan de Bad Bunny, quien confesó que los boletos justo los había adquirido con su "revendedor de confianza".
Aldo, sus amigos y conocidos estarían en la zona Lateral 300 y, a pesar de que los tickets tenían un precio oficial de mil 416 pesos, su vendedor se los vendió en 2 mil 500 pesos.
De acuerdo con el artículo 33 de la Ley para la Celebración de Espectáculos Públicos en la Ciudad de México, la reventa está prohibida.
Luego de no entrar al concierto y ante la falta de respuesta del personal de Ticketmaster, Aldo y sus amigos decidieron irse del lugar.
El fan de Bad Bunny aclaró que su "revendedor de confianza" accedió a reembolsar los 10 mil pesos que le pegaron él, su cuñada y sus dos amigos por los tickets.