Tulancingo, además de ser tierra de mujeres y hombres trabajadores, se caracteriza por tener hábitos que en pocos lugares hay y que ayudan al mejor funcionamiento del municipio, tal es el caso del programa vial 1 por 1
Cómo funciona el programa 1x1 en Tulancingo
Este programa consiste en que “en todas las intersecciones, los vehículos deberán hacer alto total, deberán permitir el cruce de peatones y cederán el paso a un vehículo aplicando el programa “1 por 1”, cuando dos automóviles se encuentren en una intersección, tendrá derecho a reanudar la marcha en primer lugar, aquel que haya quedado a la derecha”, cita la ordenanza.
Historia del 1x1
Este programa vial, surgió en la década de los 90, que dio un distintivo de cortesía a Tulancingo y está incluido en el Reglamento de Movilidad y Transporte de Tulancingo, en el artículo 72.
Multas por no cumplir con el programa
El incumplimiento a dicho artículo implica una sanción de siete a 12 Unidades de Medida y Actualización (UMA), que en este año 2023 equivale a 103.74 pesos.
Rafael Guerrero Gómez, secretario de Seguridad Ciudadana, indicó que buscan que los oficiales de tránsito mantengan la proximidad con la ciudadanía y que sean orientadores para fomentar una cultura de respeto entre automovilistas en la cesión del paso, sin necesidad de que medie un semáforo u elemento de tránsito.
Aunado a ello, trabajarán para que los conductores respeten los cajones que son destinados para personas con discapacidad y adultos mayores, no exceder el tiempo permitido establecido en los señalamientos.
Eduardo Robles, taxista desde hace más de 30 años, recuerda que cuando inició este programa fue un tanto difícil, pues no sólo se trató de una nueva cultura vial, sino, incluso un estilo de vida y valores, pues era necesario aplicar sanciones para que este nuevo ejercicio se ejecutara debidamente. “A los mexicanos no nos gusta que nadie nos mande o gané, entonces tener que esperar un turno para pasar no era algo a lo que estuviéramos acostumbrados”, detalló.
Por su parte, Luisa Gómez Gómez, recordó que aunque no sabe manejar ella vivió este proceso de adaptación con su padre, quien al inicio estaba encontrada de este modelo, pero con el tiempo incluso invitaba a familiares y amigos “al pueblo” para que conocieran del revolucionario invento.