Cuatro regidores del Ayuntamiento, el síndico procurador, así como la presidenta municipal de Acatlán, Elizabeth Vargas Rodríguez, se comprometieron a donar el monto de la dieta que les corresponde de agosto a septiembre, la última de la administración, para la rehabilitación del camino Alcholoya-Las Barrancas, luego de la toma de la Presidencia Municipal por parte de más de 70 comuneros en protesta.
Además de ello, se exhortará a los demás integrantes del cabildo a que hagan lo mismo, acuerdo que pondrán a consideración en la próxima sesión de la Asamblea.
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Luego de más de ocho horas de bloqueo, comuneros también lograron compromisos de obra por parte del Ayuntamiento, así como de la Subsecretaría de Infraestructura Pública del gobierno de Hidalgo, para rehabilitar dicha carretera en notable deterioro y que conecta la vialidad Tulancingo-Huasca con las Barrancas, asentamiento donde convergen al menos 15 localidades.
Un primer compromiso es el regado de 14 metros cúbicos de carpeta asfáltica que se aplicarán en un fragmento de la referida vialidad, a cuenta del gobierno hidalguense, mismo que se aplicará el próximo viernes 02 de agosto.
En segunda instancia, la presidenta municipal de Acatlán, Elizabeth Vargas, se comprometió a recorrer la zona en compañía de los comuneros y una empresa (que se licitará debidamente) para desarrollar jornadas de bacheo en la zona afectada, un tramo de aproximadamente 16 kilómetros.
Luego, abrevarán de las partidas presupuestales y fondos para Fiestas Patronales, Orden Social, combustibles, entre otras, para completar el presupuesto necesario para la rehabilitación, previo a la autorización en sesión extraordinaria del cabildo acatlense.
Al pulso de las cuatro de la tarde, acudió a la asamblea con comuneros el ingeniero Luis Alonso Ortega Plata, adscrito a la subsecretaría de Infraestructura Pública y la Dirección General de Conservación de Carreteras Estatales. Si bien explicó que el tramo solicitado compete al nivel municipal, adelantó que la dependencia brindará acompañamiento para la gestión de una potencial rehabilitación con carpeta asfáltica, siempre y cuando se genere un proyecto debidamente conformado.
Cabe mencionar que, en recorrido otorgado por la población afectada, se constó que esta carretera (Alcholoya-Barrancas) presenta afectaciones y abundantes baches profundos, así como zanjas en algunas partes o carpeta asfáltica ya casi inexistente. Y es que según refirieron los quejosos, en este camino circulan diariamente equipos de alto tonelaje con cargamento de vegetales, producción agrícola de las localidades asentadas en la zona de Las Barrancas.
Este problema, expresaron, no es novedad: llevan al menos dos décadas solicitando tal intervención del gobierno municipal, toda vez que es un camino que lleva a las Aguas Termales, uno de los atractivos turísticos de la demarcación quesera; además de que sirve a al menos mil habitantes, estiman.
Fue la mañana de este martes 30 de julio, que, en exigencia por la atención a obras comunitarias, así como a rehabilitación de caminos de al menos 15 localidades en Acatlán, cerca de 50 pobladores, entre ellos varios delegados, tomaron las instalaciones de la Presidencia Municipal aproximadamente desde las diez de la mañana.
Los pobladores reclamaron que en lo que va de la actual administración, misma que concluye el próximo septiembre, no se cumplió la promesa de campaña para rehabilitar el camino Desviación de Alcholoya-Las Barrancas, lo que ha ocasionado accidentes viales y anegamientos considerables en esta temporada de lluvias.
Con sus solicitudes de audiencia, así como de gestión de obras, los quejosos acudieron de las comunidades asentadas en la región conocida como Las Barrancas, donde convergen El Sabino, La Calera, La Chamosquina, El Pirul, San Pablo, El Chilar, San Bartolo y Loma Larga.
También de El Portero, Alcholoya, El Veladero, Piedra Larga, Santa Rosa, La Unión, entre otras.
Finalmente, expresaron su inconformidad por la asignación de presupuesto y ejecución de una obra de carpeta asfáltica en una calle de la localidad Agustín Olvera, donde a pesar de que solo viven 48 personas, se destinó una inversión por casi 2.2 millones de pesos.
