Las altas temperaturas provocan el incremento de enfermedades gastrointestinales y hasta el momento se contabilizan en Hidalgo alrededor de 15 mil 627 casos, lo que representa un aumento del 30.5 por ciento con relación al año pasado cuando se reportaron 11 mil 996 casos.
Lo anterior, informó Laura Wendy Gutiérrez Jaimes, coordinadora estatal del Programa de Prevención Enfermedad Diarreica Aguda de la Secretaría de Salud, quien destacó que los grupos de edad que reportan mayor incremento y que se ha mantenido en todo el año son menores de uno a cuatro años de edad, menores de un año, así como de cinco a nueve años.
Aseguró que la Enfermedad Diarreica Aguda es un padecimiento cien por cien prevenible en todos los grupos de edad, por lo que es necesario que apliquen las medidas preventivas para evitar los casos de gastroenteritis, así como las defunciones.
"En cuanto la temperatura empieza a aumentar, es probable que padecimientos como quemadura solar, golpe de calor y enfermedades gastrointestinales se presentan con mayor incidencia", advirtió.
Compartió que en esta temporada se debe tener estricta vigilancia principalmente en los grupos vulnerables que son los menores de cinco años y adultos mayores.
Destacó que algunos de los factores asociados a mayor riesgo de enfermar o morir por enfermedad diarreica aguda es la mala higiene personal y familiar, si se consumen alimentos en mal estado, contaminados o en la vía pública y el manejo inadecuado de excretas cuando se cambien pañales.
Recomendó que al preparar alimentos se debe lavar las manos con agua y jabón, la desinfección de frutas y verduras, consumir alimentos bien cocidos sobre todo los pescados y mariscos, mantener a temperaturas seguras los alimentos, consumirlos hervidos o bien calientes antes de consumirse para evitar la propagación de las bacterias que puedan ser dañinas al organismo y los productos perecederos mantenerlos en refrigeración como los lácteos.
Algunos de los signos de alarma, alertó que es la presencia de fiebre intensa, que puede provocar una deshidratación severa o moderada, poca o nula ingesta de líquidos y alimentos, evacuaciones líquidas en más de tres por hora y que sean abundantes, presencia de sangre o moco, persistencia de fiebre por más de tres días de evolución y vómito constante.