La obra para construir una carretera nueva de cuatro carriles del tramo Pachuca-Zacualtipán, en su tramo de Omitlán, representó la devastación de una importante zona boscosa, derribaron aproximadamente cinco mil árboles de encino, la mayoría de 100 años de edad o cercana a ese tiempo de vida, denunció el presidente y fundador del Centro de Promoción Ambiental de Atotonilco El Grande, Eduardo Vázquez Maldonado, luchador ambiental.
Claramente afirmó que no se oponen a los trabajos viales, pero el daño ambiental y el impacto al entorno es lo que exige se informe de cómo se hará la “recuperación forestal”, ya que se afectará cuenca baja de Atotonilco que forma parte del acuífero Huasca-Zoquital, por lo que exige la Manifestación de Impacto Ambiental, ya que la Secretaría del medio ambiente y recursos naturales de Hidalgo, “no cuenta con él”, luego de entrevistarse con Mónica Patricia Mixtega Trejo, su titular.
Tampoco ha recibido la respuesta del gobernador Julio Menchaca, al que entregó un oficio en la Oficialía de Partes en el cual solicitó conocer el área donde se van a sembrar la reposición de miles de árboles talados y que también hay un daño a la flora silvestre (es cobertura forestal y erosiona el suelo), además que la madera no se conoce su destino luego de que tiene evidencia que los árboles los subieron a una camioneta con nombre de una empresa, pero sin placas de circulación.
A la Procuraduría federal de protección al ambiente (Profepa) entregó un documento y le contestaron de la misma forma, que la obra vial cuenta con “un permiso provisional” para el derribo de miles de árboles, lo cual provocó su molestia ya que no hay certeza de una recuperación bien planeada, lo están dejando para después, cuando el daño ya sea irremediable, acusó.
La zona devastada indicó, fue en tres áreas en el kilómetro 18 de la carretera 105 Pachuca-Zacualtipán, correspondiente a Omitlán, el otro es en el entronque que comunica a Huasca y en Calicanto, en Omitlán, “es pavoroso”.
Se requieren cinco años para que los árboles que sean plantados cumplan una función ambiental y para la población, por lo que rechazó que la tarea esté a cargo de la Comisión nacional forestal “porque sus arbolitos se secan”.