Para recibir el apoyo del gobierno de México, María Castañeda Sosa, de 80 años de edad tiene que caminar 30 minutos hasta la cabecera municipal de Agua Blanca, pero no le queda de otra, pues vive sola y con ese recurso se mantiene.
Una de sus hijas le avisó que este jueves darían la pensión a los adultos mayores, por eso, desde un día antes alistó los documentos que le solicitaron, su credencial de identificación oficial y una copia, para recibir su planilla de etiquetas.
“Yo no sabía nada de que darían el pago, pero ayer mi hija fue de carrera a decirme que me viniera como a las diez, pero una señora allá me dijo que ya eran 10:30, me vine poco a poco porque no puedo caminar”, cuenta.
Vive en la colonia La Estrella, a 30 minutos del pueblo si es que camina “recio”, pues es el único medio para poder trasladarse.
Su edad avanzada le ha generado que no vea y no escuche, por lo que le da miedo vivir sola, aunque dice que no se “halla” viviendo con una de sus hijas.
“Me da miedo como ahorita, porque saben que le dan a uno el apoyo, si da miedo que me quieran quitar mi dinero, porque saben que vivo sola, pero primero Dios no pasa nada”, comparte.
Antes del mediodía llegó al auditorio municipal con su bolsa de mandado, con su chal en la mano y con un sombrero rosa para cubrirse del sol, sin olvidar su cubrebocas, que utiliza perfectamente para protegerse de la enfermedad.
Recuerda que antes de recibir la pensión el gobierno le daban Prospera, un programa federal que tenía como finalidad apoyar a las familias en pobreza extrema, aunque tenía que acudir a pláticas, “era poco lo que nos daban, ya no recuerdo”.
Dice que sobrevive con lo que el gobierno le da, ya que a su edad ya no puede trabajar, y solo una de hijas está al pendiente de ella, pues uno de sus hijos varones vive en México y otra de sus hijas en Estados Unidos.
“Mi hija que vive aquí cerca, cuando sabe que no tengo me lleva las tortillas o me da a veces un centavito pero ella también tiene su compromiso”, cuenta.
Del dinero que le dan, compra leña para hacer su comida y un poco de despensa para irla pasando.