Habitantes que viven cerca de los jales, como los ubicados cerca de Ceuni, en Mineral de la Reforma, externaron que el polvo de los montículos les genera en ocasiones tos, lagrimeo, ardor en ojos y alergias, sobre todo si pasan mucho tiempo en la intemperie.
“A simple vista no hay daño alguno, pareciera que solo son restos de tierra, pero al menos en la familia si lo hemos notado, mi hermano sufre de alergias desde hace algún tiempo, pensamos que era por los gatos, los dimos en adopción y aún así continua con lagrimeo y ardor en ojos”, dijo Fernando Huerta.
Algunos de los metales dentro de estos apilamientos son óxido de silicio, cuarzo, magnesio, plomo y cobre, partículas que al hacer contacto con el aire, afectan las vías respiratorias de los habitantes: “Se siente el aire pesado, los ojos a veces me lloran cuando el aire me da de frente”, expresó Doña Lourdes López.
Al sentir un poco de arenilla en los ojos, López de 74 años, contó que fue al médico, quien le refirió que la calidad del aire en el municipio es deficiente, por lo que desde entonces, trata de cubrirse lo más que puede del exterior:
“Solo salgo para tender la ropa, antes salía a tomar el sol un rato, pero como mis hijos me traen todo, no tengo a que salir ya…el doctor me mandó unas gotas para los ojos para la resequedad, yo se que puede ser por la edad, pero también es por el aire”, contó.
Por su parte, con síntomas de alergia, cuadros alternados de sequedad ocular y tos esporádica, Javier Gómez, quien tiene un negocio cerca de los residuos, contó algunas de las medidas que ha tomado para aminorar la situación: “Uso cubrebocas, trato de no estar mucho tiempo fuera del local y cuando hace mucho viento, para evitar que entre el polvo, bajo un poco la lona porque me causa picor en la garganta”, refirió.
La entidad hidalguense es rica en su historia minera, pero este tipo de residuos no han sido regulados de manera adecuada, por lo que la construcción de viviendas cerca de ellos genera un sinfín de problemas, los cuales debido a sus suelos inestables y arenosos, provocan además de las afectaciones de salud, diversos daños al medio ambiente.