La emergencia ocurrida en Tula tras el desbordamiento de dos ríos dejó alrededor de mil 300 negocios afectados, informó en entrevista el vicepresidente de la delegación de Canaco en ese municipio, Rigoberto Aguilar Zavala.
El líder empresarial señaló lo anterior tras sostener reunión con el titular de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco), Sergio Vargas Téllez, quien visitó la zona siniestrada la tarde noche del miércoles con el objetivo de realizar una evaluación de los daños.
De acuerdo con Aguilar Zavala, la dependencia estatal encargó la realización de padrón de establecimientos siniestrados con el objetivo de calcular las pérdidas y en su momento acceder a apoyos para reactivar la economía.
La suma de negocios afectados, abundó, contempla tanto las casas comerciales localizadas en el primer cuadro de la ciudad así como los que trabajaban en el tianguis municipal que quedó totalmente siniestrado.
“Ayer tuvimos junta con el titular de Sedeco, estábamos haciendo cuentas que en promedio son entre mil 200 y mil 300 negocios afectados, contando el tianguis y las casas comerciales”.
De acuerdo con el representante de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) delegación Tula, urgen en la zona de desastre artículos de limpieza, cloro y mangueras para desazolvar, “ya tenemos bastante ayuda en ropa y alimentos, ahorita lo que necesitamos son artículos para limpiar los negocios”.
Rigoberto Aguilar Zavala recalcó que las pérdidas para los comercios afectados fueron de 100 por ciento, situación que complica el panorama para quienes se dedican a esta actividad, toda vez que la región estaba muy golpeada por la crisis sanitaria provocada por la pandemia a tal grado que entre 30 y 40 por ciento del pequeño comercio de Tula había cerrado.
“Ahorita los que habían sobrevivido ya habían comenzado a invertir en mercancía, pero todo se lo llevó el agua”, recalcó.
El dirigente consideró que será necesario que los gobiernos estatal y municipal pongan en marcha una estrategia para reactivar la economía en cuanto sea posible. “Ya estábamos afectados, pero esto (la inundación) terminó de fregarnos”.