El aguacate criollo o de cáscara delgada, es poco conocido en el mercado, y en la gastronomía nacional , ya que la mayor presencia la tienen el aguacate hass que se le conoce como el oro verde y se exporta hacia otros países como Estados Unidos, en eventos internacionales como El Super Bowl.
El aguacate de cáscara delgada se adapta con mayor facilidad a climas semidesérticos y sobrevive con poca, por ello los pobladores de esta región optan por plantarlos en los campos de cosecha.
En la actualidad estos aguacates criollos se venden en el mercado a cinco pesos cada uno, o en bolsas de cuatro o cinco piezas, con un costo de veinte pesos, esto debido a que se han vuelto codiciados, por su sabor, informaron los productores de la comunidad de El Bethi, Chilcuautla.
Con el aguacate se prepara el tradicional guacamole que es una salsa que se machaca en el molcajete junto a los ajos, cebolla, chile y sal; además también se utiliza en ensaladas, así como en otros guisos.
En años pasados estos aguacates se vendían en precios menores a cinco pesos por pieza, ya que se consideraba como un fruto de baja calidad o sabor diferente al aguacate has, además en este año los precios han subido de manera general, por ello el aumento en la venta informaron los agricultores.
Según fuentes oficiales, el consumo de aguacate mejora la digestión, nutre la piel, las uñas y el cabello por su alto contenido en vitaminas C y E, contribuye a nivelar la presión arterial por ser rico en Potasio, así como reduce el riesgo de padecimientos en los ojos, como las cataratas.
Su nombre proviene del náhuatl “ahuacatl”, que significa “testículos” seguramente debido a su forma, y de ahí su fama como afrodisíaco; Su origen data de más de 10 mil años, de acuerdo con vestigios encontrados en una cueva de Coxcatlán, Puebla, donde se detectaron restos de la especie Persea americana Mill