Para que se cumpla la donación de órganos que quedó plasmado en la licencia de conducir de una persona que murió en un accidente vial, es indispensable que haya muerte cerebral y su corazón siga funcionando, “es la condición número uno” para que sea posible los trasplantes, especificó la tanatóloga Rocío Tello Zamorano.
Además que esa persona antes de fallecer en el percance automovilístico, no debió consumir alcohol ni otra sustancia tóxica, porque tampoco es viable, lo mismo si estaba enfermo de cáncer, VIH o hepatitis, o atravesaba por una quimioterapia o radioterapia.
Por ejemplo, si era diabético, su páncreas no es apto para una donación y también es importante que haya llevado un buen control de su padecimiento porque entonces sus órganos no serían convenientes, comentó.
Para que haya un buen trasplante, resaltó la especialista, es fundamental que sean del mismo tipo de sangre el donante y receptor, pues de no ser así, existe alta probabilidad del rechazo.
Por qué es indispensable que el corazón se mantenga funcionando y haya muerte cerebral, porque “los órganos se mantienen a base de oxígeno”, de ahí que cuando se transportan se hace en agua helada ya que detiene el metabolismo y permite que haya tiempo para el procedimiento médico, explicó.